El presidente Mauricio Macri fue sobreseído ayer por el juez federal Sebastián Casanello, en la causa en la que estaba procesado, desde 2010, por escuchas telefónicas ilegales cuando era jefe de Gobierno porteño. Ahora, los querellantes, el familiar de víctimas de la AMIA, Sergio Burstein, y el ex cuñado del jefe de Estado, Néstor Leonardo, evalúan apelar la decisión.


Macri recibió el fallo de enorme impacto político en Villa La Angostura, donde descansa con su familia y se mantiene al margen de la crisis por la fuga de los autores del triple crimen. En Buenos Aires, los dirigentes del PRO celebraron desde Twitter que el presidente quedó sobreseído. "Se terminó la mentira", escribió el ministro porteño Eduardo Macchiavelli. Mientras, el dirigente K, Luis DElía, planteó que el "partido judicial debería aflojar un cambio".


En 2010, el juez Norberto Oyarbi de, que motorizó la investigación, había procesado a Macri por una estructura de escuchas ilegales que se montó desde el gobierno porteño. El magistrado imputó al entonces jefe de Gobierno porteño como miembro de una asociación ilícita en la trama de espionaje. Pero luego el expediente pasó a manos de Casanello que, el año pasado, apartó al líder del PRO de esa lista porque entendió que le faltaban pruebas.


Tras enviar a juicio al resto de los imputados entre ellos su ex ministro de Educación Mariano Narodowsky y el ex policía Jorge Palacios Casanello ordenó nuevas medidas de prueba para cerrar la investigación. "Las medidas producidas (...) no sólo lo ubica (a Macri) en una situación de ajenidad respecto de tal o cual intromisión telefónica, sino que también lo aleja del armado de una empresa ilegal de espionaje dentro de su gobierno", escribió Casanello.


Las dos pruebas que ordenó Casanello estaban relacionadas con la empresa estadounidense Ackerman, por el presunto espionaje al cuñado de Macri, Daniel Leonardo, y la declaración del ex ministro de Seguridad porteño Guillermo Montenegro, por la designación del Fino Palacios, quien estuvo al frente de la Policía Metropolitana en 2009, el año que se hicieron las escuchas. "Emanuel Ackerman manifestó ante escribano público que los servicios de Ackerman no fueron contratados por el Sr. Mauricio Macri", argumentaron los abogados del Presidente.


En otro orden, el juez Casanello valoró los testimonios del entonces ministro Montenegro quien aseguró que Macri "no había seleccionado antojadiza y unilateralmente a Palacios al frente de la Policía Metropolitana, ni había tenido injerencia en los nombramientos de los aspirantes tal el caso de Ciro James, lo que lo ubica en una situación de ajenidad respecto de la presunta existencia de una empresa criminal montada en el seno de su gobierno".