

El embajador de la Unión Europea (UE) en la Argentina, Amador Sánchez Rico,no duda un segundo en evaluar los riesgos potenciales de la guerra que libra Rusia en Ucrania. "El objetivo de Putin no es solo Ucrania sino toda la seguridad de Europa y el orden internacional", dijo.
Las palabras de este diplomático español de larga trayectoria y con una mirada aguda de la realidad encierran un oscuro pronóstico sobre el posible desenlace de la guerra. También arriesga que las acciones de la Unión Europea "tendrán un costo, pero si no pagamos este costo hoy, pagaremos mucho más mañana". Además, añade Sánchez Rico, "las inversiones y los sacrificios de hoy nos harán más independientes mañana".
En una extensa entrevista con El Cronista, el embajador destacó que "todos los países con voluntad democrática deben levantar la voz y exigir a Rusia el fin de esta atrocidad que viola flagrantemente los principios de soberanía de los estados e integridad territorial". Y valoró que "la Argentina ya está jugando un rol importante en los esfuerzos internacionales para terminar con la agresión rusa y encontrar una solución pacífica".
Por ello, la UE espera que "Argentina siga defendiendo de manera firme los principios consagrados en la carta de Naciones Unidas y apoyando todos los esfuerzos internacionales para terminar con esta guerra injusta".

- ¿Cuáles son las propuestas concretas que tiene la UE en estos momentos para lograr una solución pacífica y frenar la guerra de Rusia y Ucrania?
- Antes que nada, conviene llamar a las cosas por su nombre. No se trata de la guerra de Rusia y Ucrania. No podemos colocar a ambos, agresor y agredido, en el mismo pie de igualdad. Se trata de una invasión en toda regla, por parte de una de las principales potencias nucleares contra un país vecino pacífico y democrático. Un regreso a la ley de la jungla que viola los principios más elementales de la Carta de Naciones Unidas.
El objetivo no es solo Ucrania, sino toda la seguridad de Europa y el orden internacional. Todos los países que consideran que pueden elegir su futuro libremente deben estar preocupados.
Precisamente, lo que estamos haciendo es desenmascarar este ataque brutal, desmintiendo que se trate de una "operación especial de desnazificación" que solo persiga objetivos militares. Esto es de un cinismo absoluto y no podemos permanecer callados ante semejantes campañas de desinformación y manipulación por parte de la maquinaria propagandística rusa. Invito a los lectores a entrar en la página web EUvsDisinfo.eu que expone cientos de casos de desinformación por parte del Kremlin.
En segundo lugar, hemos hecho un llamamiento al cese inmediato de esta invasión y lo hemos hecho de manera cohesionada. La UE está demostrando una unidad sin precedentes, pero también la comunidad internacional se ha pronunciado en términos muy claros en contra de este ataque. Del mismo modo, la unidad de la UE, con nuestros socios transatlánticos, se está viendo reflejada en el régimen de sanciones que hemos impuesto.
Tercero, lo que vamos a hacer es cortar nuestro cordón umbilical con la economía rusa, en particular nuestra dependencia del gas y el petróleo rusos, y reducir al máximo el flujo económico que permite al régimen de Putin acumular reservas para financiar la guerra.
Pero, en definitiva, es un problema de trabajo diplomático, porque a pesar de toda la condena que hagamos, tenemos que seguir trabajando para conseguir un alto el fuego y que se abran negociaciones directas e incondicionales entre Ucrania y Rusia bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
- ¿Cree que hace falta un pronunciamiento más fuerte de Naciones Unidas o de los diferentes países para que Putin desista del uso de la fuerza?
- ¿Qué duda cabe? El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como máximo órgano responsable de mantener la paz y la seguridad a nivel internacional, debería haber tomado cartas en este asunto de extrema gravedad. Pero era predecible que la misma Rusia, la invasora, iba a bloquear cualquier tipo de resolución recurriendo a su derecho de veto. Lo que efectivamente ocurrió.

Ante la paralización del Consejo de Seguridad, una aplastante mayoría de los países de la Asamblea General de la ONU, incluida la Argentina, exigieron a la Federación Rusa que ponga fin de inmediato al uso de la fuerza y su retiro inmediato, y sin condiciones, de todas sus fuerzas militares de Ucrania. Solo Corea del Norte, Bielorrusia, Eritrea y Siria votaron en contra. Con tal compañía, queda claro el aislamiento de Rusia.
¿Es suficiente? Seguramente no, pero es la máxima expresión de la comunidad internacional que demuestra el rechazo a esta invasión y el aislamiento de Putin a nivel internacional.
- ¿Considera que las sanciones económicas son suficientes para evitar la embestida militar de Putin?
- Ningún esquema de sanciones es un fin en sí mismo. Se trata de medidas con poder coercitivo para castigar, en este caso, un ataque injustificado contra un estado democrático y soberano y debilitar la capacidad del Kremlin para financiar la guerra.
Debe quedar claro que nuestras medidas van dirigidas al entramado jurídico y financiero que rodea a Putin, y no contra el pueblo ruso, que está teniendo el valor de salir a la calle a pesar de las miles de personas detenidas. Son el resultado directo de las acciones del presidente Putin. Si él quiere puede resolverlo de manera inmediata deteniendo esta barbarie.

- ¿Cree que la Argentina debería acompañar la actitud de la UE en relación a las sanciones económicas?
- Consideramos que todos los países con voluntad democrática deben levantar la voz y exigir a Rusia el fin de esta atrocidad que viola flagrantemente los principios de soberanía de los estados e integridad territorial. En este contexto, ya hemos destacado la importancia de que Argentina, que además ostenta la presidencia del Consejo de Derechos Humanos (CDH), continúe defendiendo estos mismos principios.
Apreciamos que Argentina copatrocinara, la semana pasada, la resolución de la Asamblea General de la ONU que exige a Rusia el retiro inmediato de sus fuerzas militares y que votara a favor de crear una comisión para investigar la violación de los derechos humanos de parte de los rusos en Ucrania. Es una comisión, tal como lo definió el Embajador argentino en Ginebra, FedericoVillegas, presidente del CDH, histórica ya que ningún miembro permanente del Consejo de Seguridad ha sido sujeto de investigación en esta área.
Otro diplomático argentino, el embajador Rafael Grossi, es el presidente de la Agencia Internacional de Energía Atómica, y se propuso la tarea muy delicada de mediar entre los militares rusos que controlan la planta nuclear Zaporiyia, la más grande de Europa, y los operadores técnicos.

Todo esto demuestra que la Argentina ya está jugando un rol importante en los esfuerzos internacionales para terminar con la agresión rusa y encontrar una solución pacífica.
El tema es que no encontramos voluntad de parte de Rusia, al contrario, recrudece cada vez más las operaciones militares y avanza en la ocupación territorial. En estas condiciones, debe quedar claro que hay que tomar posturas firmes ante la intransigencia del agresor.
- ¿Cuáles son, a su entender, los riesgos potenciales de que las acciones de Rusia se extiendan a Europa en términos económicos o de corte de insumos?
- En primer lugar, nuestras acciones sin precedentes contra Rusia tendrán un gran impacto en la economía rusa y en el Kremlin. Desde el 23 de febrero, la UE ha sancionado a 670 personas y cinco entidades. Esto suma un total de 862 personas y 53 entidades de Rusiay Bielorrusia.
Las sanciones se centran en el sector financiero desconectando los principales bancos rusos de la red SWIFT y prohibiendo las transacciones del banco central de Rusia, su institución financiera más importante; el sector energético donde se prohibió las exportaciones de tecnologías de refinación específicas; el sector del espacio aéreo y el transporte con la prohibición de la venta de todas las aeronaves, repuestos y equipos a las aerolíneas rusas y cerrando nuestros cielos a los aviones rusos, incluidos los jets privados de los oligarcas; el sector de la tecnología limitando el acceso de Rusia a la tecnología crucial, como los semiconductores o las tecnologías de vanguardia; los diplomáticos rusos y grupos relacionados, así como los empresarios, ya no tendrán acceso privilegiado a la UE.
Y hemos suspendido en la UE las licencias de la máquina de propaganda del Kremlin: Russia Today, Sputnik y sus filiales para que no difundan más sus mentiras para justificar la guerra de Putin y sembrar división en nuestra Unión. Estas sanciones tendrán un costo para nuestra economía, y tenemos que estar preparados para las consecuencias y apoyar al pueblo ucraniano que está pagando el precio más alto.
Nuestras acciones tendrán un costo; pero si no pagamos este costo hoy, pagaremos mucho más mañana. Además, las inversiones y los sacrificios de hoy nos harán más independientes mañana.
- ¿Considera que China será el actor central para frenar las ambiciones de Rusia?
- Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, China tiene la responsabilidad clave de defender la Carta de la ONU y el orden internacional basado en normas. Además, China tiene acceso a Rusia y puede ejercer su influencia para pedir a Moscú un cese al fuego inmediato. Es lo que el Alto Representante europeo, Josep Borrell, le pidió al Ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, hace unos días.
El Alto Representante y su par chino acordaron en que se debe prevenir una crisis humanitaria a gran escala y el Alto Representante pidió el apoyo chino para establecer corredores humanitarios para la evacuación de la población civil. Los contactos siguen. De hecho hay una cumbre UE-China el próximo 1 de abril.
- ¿Podría la UE proponer algún otro interlocutor oficial que no sea Macron para frenar el conflicto?
- Antes de la invasión, varios líderes europeos invirtieron todos los esfuerzos para lograr una solución diplomática, incluido evidentemente el presidente Macron. Pero el Presidente Putin fingió estar interesado en una salida diplomática ante todos aquellos que se reunieron con él. Desde el inicio de la guerra los contactos al máximo nivel han continuado, pero solo el Presidente Putin puede acabar con esto. Es su guerra.

- ¿Cree que la cercanía del presidente Alberto Fernández a Putin podría servir para acercar posiciones entre Rusia y Ucrania?
-Desconozco la "cercanía del presidente Alberto Fernández a Putin" y no me compete opinar al respecto. Como ya dije más arriba, saludamos el papel que Argentina, y diplomáticos argentinos, están desempeñando en los esfuerzos internacionales para poner fin a la agresión rusa contra Ucrania, y apreciamos posturas claras y firmes.
- ¿Es posible que la UE evalúe en el futuro el rumbo de sus inversiones en función de aquellos países que no sancionaron a Rusia?
-Estamos concentrados en las medidas que presionen a Rusia para que termine su agresión. Las sanciones son precisas y tienen como blanco el sistema financiero y económico ruso y los oligarcas que apoyan a Putin. La UE coordinó el paquete de sanciones con aliados y socios, y más de 40 países se alinearon parcial o completamente con nuestras sanciones.
- ¿Esperaban de Argentina una sanción más fuerte contra Rusia?
- De la Argentina esperamos que siga defendiendo de manera firme los principios consagrados en la carta de Naciones Unidas y apoyando todos los esfuerzos internacionales para terminar con esta guerra injusta.
- ¿Cree que la UE limitará las inversiones en Argentina por los costos que está dejando la guerra?
-La UE es, con bastante diferencia, el principal inversor extranjero directo en Argentina con alrededor de 800 empresas implantadas en este país que generan cerca de 300.000 puestos de trabajo directo. Ya he dicho en varias ocasiones que hay potencial para hacer mucho más debido a los profundos lazos que nos unen a argentinos y europeos.
Es cierto que con esta guerra, la economía europea va a sufrir un tercer shock con posibles efectos asimétricos en función de los países, después de la crisis del euro y la pandemia. La ayuda a los refugiados también tendrá un coste y los precios de algunos productos ya están subiendo de manera considerable. Lo que está claro es que se está redefiniendo la geopolítica mundial y estamos siguiendo la situación día a día. Así que es demasiado prematuro para entrar a valorar posibles escenarios futuros. Como ya he dicho anteriormente, nuestra relación bilateral es muy sólida y todavía le queda un enorme potencial. En eso estamos trabajando.














