La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y el de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, protagonizaron un intenso ida y vuelta acerca de los efectos del uso del barbijo en la educación.

La primera estocada la dio Kreplak, al cruzar a la titular de la cartera educativa porteña con el planteo de que "es mentira que el uso del barbijo repercuta en la educación".

"Es mentira que repercute en la educación el uso del barbijo, es una maldad que debería dejar de hacer. Genera preocupación y angustia a las familias", lanzó el funcionario provincial.

La respuesta no se hizo esperar: "No sé con qué evidencia está hablando Kreplak. En la provincia tomaron la decisión de no evaluar la evidencia científica. No es una cuestión basada en criterios sanitarios, sino educativos. Nosotros evaluamos cuáles fueron los mayores efectos de la cuarentena y avanzamos en un plan de alfabetización profundo", le espetó.

La funcionaria explicó que en la Ciudad quitaron la obligatoriedad del tapabocas en los primeros grados de primaria porque determinaron que dificulta la alfabetización, al mismo tiempo que insistió con la ausencia de evidencia como respaldo de los argumentos del titular de la cartera sanitaria de la Provincia.