

Un intenso cruce de llamadas hubo en la noche y en la madrugada tras la conmoción producida en Juntos por el Cambio por el intento de atentado contra la Vicepresidenta Cristina Kirchner para saber qué hacer y cómo actuar ante la decisión que anunció Alberto Fernández en torno al feriado nacional que decretó para el día de hoy.
"Enseguida hablamos con Sergio Massa para conocer los detalles de lo que había pasado y coincidimos en la necesidad de que hay que calmar los ánimos, en lo que nos comprometimos de nuestra parte, para no sumar más incertidumbre a la que ya existía en la población", dijo uno de los más importantes referentes opositores.
Fue ahí cuando empezaron a salir, casi inmediatamente, pronunciamientos de solidaridad con Cristina Fernández de Kirchner y llamados a la paz, que fueron unívocos en Juntos por el Cambio.
Las dudas se instalaron al escuchar la cadena nacional del Presidente, lo que provocó consternación entre las cuatro provincias que están gobernadas por la oposición. "Es absurda la decisión que tomó. Alberto tiene que sobreactuar frente a la Vicepresidenta, defendiendo su propia posición frente a ella, pero carece de todo sentido", dijo un dirigente del interior.
Por lo que pudo saber El Cronista, Horacio Rodríguez Larreta no estaba de acuerdo tampoco con esa decisión presidencial, pero no tenía ningún margen para evitarlo, ya que es en su distrito donde se produjo el conmocionante episodio.
En cambio, los gobernadores de Mendoza, Jujuy y Corrientes se pusieron de acuerdo con mantener la administración provincial abierta, las escuelas funcionando y los comercios trabajando, "todo normalmente". Conocido el DNU a las 2AM, Gustavo Valdés, sin embargo, se plegó al feriado nacional mientras que Mendoza y Jujuy mantuvieron la posición acordada.
Una preocupación en Juntos por el Cambio es que sea obligatorio para los privados el pago por feriado a los trabajadores que hoy vayan a trabajar. "Buscaremos que eso quede explícitamente fuera de la reglamentación", explicó uno de los referentes de la oposición.
La situación del Jefe de Gobierno porteño es todavía más compleja porque la seguridad en CABA está en manos de la Policía de la Ciudad, y sus socios en la coalición "comprendemos que está ante un desafío complicado, ya que hoy tendrá que custodiar que no haya problemas en la marcha de respaldo a la Vicepresidenta, sin que se los vea demasiado, para que nadie lo sienta como una provocación de su parte".
En la Ciudad reconocieron que tienen una partida muy difícil estos días. "Desde el lunes, constituimos un comité de seguimiento de esta crisis, que sabíamos que se iba a poner cada vez más feo", explicaron.
Y se manifestaron conformes por el acuerdo alcanzado ayer en ámbitos del Ministerio Público Fiscal porteño, donde se firmó un acta por la cual se comprometieron a que "las manifestaciones no podrán ser acampes, ni ferias, ni podrá haber fuegos artificiales o parrillas. Tampoco batucadas ni, especialmente, cortes de calle".

El impulsor del acta fue Juan Bautista Mahiques, fiscal general porteño, quien acordó el texto con el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro y el jefe de Gabinete del Gobierno porteño, Felipe Miguel.
"Consideramos que ese acuerdo está más vigente que nunca, fue importante haberlo firmado antes del intento de atentado porque se trata de pautas básicas para mantener la paz y la armonía social", dijeron desde Uspallata.













