Agosto arrancó y las acciones en Wall Street continúan con su escalada alcista, permitiendo que el Dow Jones siga generando máximos históricos y acumulando casi nueve ruedas seguidas de avances y nuevos récords. Sin embargo, en las distintas plazas bursátiles persiste cierto temor ante una posible toma de ganancias, luego de semejante suba, y considerando que los índices de volatilidad persisten en mínimos de 26 años, dando a entender que estamos frente a un escenario de extrema complacencia. Incluso las posiciones vendidas en el ETF que replica el índice SP500 también muestran un escenario de elevada complacencia, dando a entender que incluso los bajistas están apostando cada vez menos a un posible ajuste. El mercado no es lineal y tarde o temprano el ajuste en cuestión va a venir, la pregunta es cuándo.

Para analizar un poco el marco temporal, vale la pena recordar que acabamos de iniciar uno de los meses de mayor volatilidad y peor rendimiento en las acciones en Wall Street.

El trimestre entre agosto, septiembre y octubre ha mostrado los peores registros de rentabilidades en los últimos 20 años y, dado el contexto de complacencia y la falta de una corrección en las acciones, sin dudas, podemos estar frente a dos meses difíciles para el mercado.

Por otro lado, si se toman datos desde 1990 sugieren que VIX en niveles debajo de 20 puntos, genera un escenario propicio para que el S & P 500 inicie una toma de ganancias y que lleve al mercado entre un 5% a un 20% de caída. Pese a ello, el VIX se ha mantenido persistente debajo de 20 puntos y ha tocado incluso valores debajo de los 9 puntos, y aún así el mercado mantuvo la tendencia alcista. De todos modos, sigue siendo un dato alarmante para analistas y operadores en Wall Street. Ponerse bajista y apostar a la baja es muy peligroso actualmente y tiene altas chances de que la estrategia salga mal.

Los balances de las compañías han ayudado también a la actual suba de las acciones y de los índices bursátiles. Hasta el viernes pasado, un 84% de las compañías de SP500 habían publicando sus resultados del segundo trimestre, y el 72% de ellas reportó ganancias mejores de las esperadas y el 70% superó las estimaciones de ventas, según FactSet.

Haciendo un repaso de la historia de Wall Street, generalmente el techo del mercado se logra entre los meses junio y julio, y entre agosto y septiembre, que es cuando se registran mayores pérdidas y por ello es que estos meses tienden a ser un momento débil para el mercado. Dentro de los procesos de ajuste, coincide que en octubre es cuanto las mayores pérdidas terminan siendo absorbidas por el mercado y que los índices están cerca de una reversión.

Desde 1945, el SP500 ha perdido 0.2% en promedio en agosto y 0.7% en septiembre. Es más, la segunda peor caída mensual de las acciones se produjo en agosto, en 1998, cuando el S & P se hundió casi un 15% en sólo cuatro semanas. Desde 1987, el promedio industrial Dow Jones registró pérdidas promedio de 1,1% en agosto, lo que lo convierte en el peor mes para las acciones en los últimos 30 años. En un tramo más corto, en los últimos 20 años, el promedio de agosto vió caer las acciones en un 1,2%. Eso es cuatro veces más malo que las pérdidas promedio en el segundo peor mes, que fue septiembre y por lo tanto, alguien que poseía acciones en agosto de cada año durante los últimos 20 años habría perdido el 22% de su dinero.

Sin una recesión a la vista, una toma de ganancias en las acciones en los próximos meses no necesariamente se convertirá en un mercado bajista, definido como una pérdida de 20% o más en los valores de las acciones.

Octubre también tiene sus historias ya que algunos de los eventos más importantes en la historia del mercado han tenido lugar en ese mes. Octubre marcó el comienzo del pánico de Wall Street de 1907, la caída del mercado de valores que condujo a la Gran Depresión en 1929 y el choque del lunes negro del 19 de octubre de 1987, cuando las acciones perdieron casi un cuarto de su valor en un solo día.