Con el dólar en alza, la comercialización de la soja nueva aceleró sus pasos la semana pasada, pero persisten dudas sobre cómo reaccionarán los productores en los próximos meses de cara al calendario electoral. El dato es relevante en la medida en que la oferta de dólares en la economía tiene a los ingresos de la divisa de ese origen como una variable clave.

Entre el lunes y viernes últimos, se operaron 1,74 millón de toneladas de soja, una cifra que quintuplicó los negocios acordados en la semana previa (380.000 toneladas en tres días por los feriados de carvanal) y se ubicó bien por encima de la comercialización promedio de las últimas 5 semanas.

Los datos surgen de Siogranos, de la Secretaría de Agroindustria, donde se vuelcan las operaciones de compra de los distintos granos y oleaginosas que se comercian en el país. Con el volumen hasta el viernes, se comercializaron ya 11,5 millones de toneladas de soja, aunque existe una particularidad para esta campaña y está dada en el momento en que se cierra el precio por la operación granaria.

Así, el 80% de las operaciones registradas por Siograno aparecen con precios a fijar, es decir un acuerdo entre la parte compradora y vendedora para que el producto comprometido se valúe en un determinado momento, por lo que el valor de ese volumen puede ser igual, superior e incluso inferior a la cotización actual del poroto.

El resto de la soja operada hasta ya tiene precio. "Este es el carácter distintivo de la campaña (sojera), lo hecho a precio solo suma 2,2 millones de toneladas, lo que representa apenas el 4% de una cosecha estimada en 54 millones de toneladas, es decir muy poco para esta altura del ciclo 2018/19", planteó José Frogone, analista de la corredora de granos Cortina Beruatto. Y recordó que en el ciclo 2016/17 de similar producción cuando al 15 de marzo comerciaron 3,5 millones de toneladas a precio (6,4% de la cosecha)

Entre el lunes y viernes pasados, el promedio de las operaciones a fijar quedó en 79%, algo por debajo del promedio de las últimas cinco semanas que estuvo en 82%. Eso pudo estar relacionado a la mejora del tipo de cambio, que se dio al menos hasta el jueves cuando se conoció que el Tesoro venderá u$s 9600 millones divididos en subastas diarias desde abril y hasta fin de año, en acuerdo con el FMI, para tratar de contener la depreciación del peso de cara a octubre.

Tras esos anuncios y el refuerzo al programa de emisión monetaria cero lanzada el mismo jueves por el Banco Central (BCRA), la divisa bajó hasta cerrar ayer a $ 40 en el mercado mayorista. Y varios analistas vieron en esa situación un empujón para que el sector agropecuario venda sus producciones, y no retenga granos como reserva de valor.

Sin embargo, otros analistas creen que eso sucederá, y que la dimensión de la retención en una campaña más holgada a la del año previo tendrá que ver con lo que suceda en el mercado cambiario y en el escenario político. También tendrá mucho que ver los valores de la oleaginosa, que está a u$s 336 la tonelada FOB oficial, en medio del alto stock que tienen los norteamericanos por la guerra comercial con China.

En ese contexto, muchos productores aceleran las ventas de maíz, que cotiza en unos u$s 165 la tonelada FOB oficial y que tiene un cronograma de exportaciones muy apretado para las próximos tres meses. Así, en las operaciones de Siogranos, el maíz anotó 1,47 millón de toneladas, casi tres veces más que las realizadas en la semana corta de carnaval y bien por encima del promedio de las últimas cinco semanas, de 870.000 toneladas.

Desde inicios de febrero, se llevan operadadas 12,6 millones de toneladas de maíz, de las cuales 43% tiene modalidad de precio a fijar, mientras lo negociado con precio asciende a 7,2 millones de toneladas, el 17% de una producción estimada en 43 millones de toneladas.