El polifacético secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el funcionario más polémico del gobierno de Cristina Kirchner y que más rechazos concentró entre sectores empresarios y de la oposición, renunció hoy al cargo.

El funcionario presentó su dimisión, la cual le fue aceptada, y se hará efectiva el 2 de diciembre próximo, informó en forma oficial la Casa Rosada. La jefa de Estado decidió nombrar a Moreno como agregado comercial en la embajada de Italia.

Los rumores acerca del reemplazante de Moreno ya empezaron a circular y el nombre que suena con mayor firmeza es el de Augusto Costa, un joven funcionario muy cercano al designado ministro de Economía, Axel Kicillof.

Costa es subsecretario de Coordinación Económica y de Mejora de la Competitividad en el Ministerio de Economía, una función que le permitió hacer un trabajo de investigación sectorial muy parecido al que desarrollaba Moreno para autorizar los aumentos de precios.

La renuncia de Moreno era reclamada por distintos empresarios y referentes del sector financiero, pero también por el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y por empresarios ligados a la importación.

Con su salida, el designado ministro de Economía, Axel Kicillof, concentrará más poder, ya que podrá tomar decisiones más libremente en cuestiones de política económica, precios internos y comercio exterior, en cuyos sectores Moreno tenía una clara influencia.

En rigor, desde su cargo, Moreno no sólo llegó a tener poder de decisión en materia económica sino también en cuestiones ligadas a la energía y encabezar su propia campaña contra el Grupo Clarin.

A tal punto llegó esta campaña que en más de una oportunidad empapeló el edificio de la Secretaría con consignas contrarias al grupo y hasta distribuyó llaveros y globos con las mismas leyendas.

Moreno era el funcionario más antiguo de la administración kirchnerista, ya que había asumido en 2005 cuando la inflación empezaba a ser un problema.