La mutación del kirchnerismo desde la llegada de Bergoglio al Vaticano
Tres afiches, publicados en un año, son testigos mudos del cambio en la relación de Cristina Fernández con el papa Francisco.
Hoy la Ciudad apareció empapelada con afiches que celebran el primer aniversario de la llegada de Jorge Bergoglio al Vaticano. En 365 días, esta es la tercera vez que el kirchnerismo usa pegatinas con la imagen del Papa. La segunda fue en plena campaña de las PASO, y la primera -sumamente crítica- apareció cuando Bergoglio se transformó en el jefe de la Iglesia Católica.
“Un año compartiendo esperanzas”, dice el texto que acompaña a la imagen. Los afiches, que están firmados por la agencia "Equipos de Difusión", cuyo dueño es el ex secretario de Medios de la Nación, el kirchnerista Enrique "Pepe" Albistur, muestran a un apacible papa Francisco.
La segunda pegativa data de mediados de julio del año pasado, en plena campaña por las PASO, la imagen mostraba a Cristina Kirchner y a Martín Insaurralde con Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud, que tuvo lugar en Río de Janeiro.
El afiche, que por entonces, llevaba la firma de Equipos de Difusión, rezaba: "Nunca se desanimen, no dejen que la esperanza se apague", e intentaba darle un espaldarazo al intendente de Lomas de Zamora como primer candidato a diputado por el kirchnerismo.
El primer afiche, en cambio, apareció poco después de la elección del Sumo Pontífice. La imagen de un Bergoglio de facciones duras era acompañada por un texto fuerte y crítico. “El mundo recién te conoce pero yo se que entregaste gente en la dictadura”, decía.
Días después de aquel afiche, Cristina Fernández viajó al Vaticano y tuvo su primer encuentro a solas con Bergoglio Papa. Desde entonces su relación tuvo un giro de 180 grados.
Años de conflicto
Cristina Kirchner irá en mayo de este año por primera vez a la Catedral porteña. No iba desde 2006, cuando acompañó como primera dama a Néstor Kirchner. En aquella oportunidad, fue el propio Bergoglio quien dirigió la ceremonia y lanzó un dura homilía. Advirtió que el poder "nace de la confianza, no de la manipulación, el amedrentamiento o la prepotencia", y provocó el enojo del entonces presidente. Desde entonces, cada año el Tedeum se desarrolló en distintas ciudades del país.
En 2008, la Iglesia tuvo un rol protagónico. En medio del conflicto con el campo, Bergoglio le había reclamado a Cristina Kirchner que tuviera un “gesto de grandeza” que permitiera destrabar el conflicto.
En 2009, Bergoglio fue dueño de duras palabras hacia el gobierno de Cristina Fernández. Lanzó que “el peor riesgo es homogeneizar el pensamiento” y llamó a terminar con la “crispación social”.
Bergoglio y Cristina llegaron a uno de los puntos más altos de su enfrentamiento cuando en 2011 el parlamento argentino avanzaba con firmeza el proyecto de matrimonio entre personas de un mismo sexo y el representante de la Iglesia argentina se rehusaba a la idea.