

El año pasado el dato de las vacantes en la justicia bonaerense era alarmante. De las 508 plazas, había 319 con terna asignada, 151 estaban en concurso ante el Consejo de la Magistratura y 38 esperaban el tratamiento en la Cámara de Senadores provincial. En este marco, la cobertura de 31 vacantes que logró el Ejecutivo provincial la primera semana de marzo se convirtió en un dato alentador.
El Ejecutivo, tras el acuerdo con el Senado, dio con jueces en lo Penal, de Trabajo, de Paz, defensores oficiales y fiscales. Sin lugar a dudas que esta noticia es de lo más alentador del último tiempo en materia judicial y son muchísimos los Juzgados que se ven alcanzados, como se dio a conocer en la publicación del Boletín Oficial del miércoles 7 y jueves 8 de marzo.
Celebro profundamente haber alcanzado la cobertura de estos cargos porque es este el camino que la justicia necesita en el ámbito provincial. Espero que la cobertura sea plena en esta instancia, y que el ámbito nacional encuentre una mayor celeridad: quedan más de 200 designaciones que esperan su nombre propio.
Sin duda que la celeridad en la Justicia es uno de los elementos que más se necesita y este paso gigante es motivo de celebración y alegría. Sin embargo, hay que tener presente que el camino es largo y que debe trabajarse integralmente, bajo criterios de idoneidad para la cobertura de los puestos en cuestión. Para que se tenga presente, en la Provincia las ternas siguen sin contener orden de mérito y cualquiera de los ternados está en igualdad de condiciones para ser designado. En oposición a este método es que he planteado en varias oportunidades la necesidad de reexaminar para que los mayores puntajes estén en mejores condiciones de acceder al cargo.
Si bien es una noticia importante, no podemos dejar que el árbol tape el bosque y debemos seguir pregonando para que el sistema pueda acotar la discrecionalidad a su mínima expresión, para permitir que las vacantes sean cubiertas con los mejores jueces.
Estamos mejorando, vamos por un camino correcto y la cobertura de vacantes es un avance que hay que resaltar, pero tenemos que seguir firmes en la exigencia de condiciones y méritos a la hora de la cobertura de vacantes: con esto y una mayor celeridad en las designaciones, el verdadero cambio en la Justicia comenzará a desarrollarse.













