

El centralismo del puerto y los intereses de las provincias se enfrentaron durante casi todo el Siglo XIX por la formación de la Nación. El conflicto principal: las Aduanas que gravaban los productos de las mismas. La declaración de la Independencia no impidió la transferencia de recursos del interior, en favor del puerto de Buenos Aires. El federalismo tuvo escasa practica institucional y se diluyo, aun mas con las sucesivas modificaciones a la Constitución Nacional de 1853. Esto convirtió a las provincias, en espectadoras en lugar de, actoras. Condición que se ratificó, con la "Ley de coparticipación federal de impuestos", que no sólo distribuyo pobreza, sino que mas grave aún, sirvió para un menú de arbitrariedades, que forzaban a algunos gobernadores a resignar: Mandatario por Mandante.
La tergiversación por décadas de las normas, llegó a tal punto que forzó a las provincias a pedir al gobierno central, como favor lo que les correspondía por ley y territorio. Siendo lo descripto - las nuevas Aduanas -. Las recientes elecciones de autoridades, no concordantes - casi todas- con las nacionales, pareciera, luego de mas de dos siglos, vislumbrar un promisorio, venturoso país federal. Es : que ya no es posible generar riqueza y desarrollo en función a un modelo de Republica desarticulada. A un modelo de empleo estatal precarizado de movilidad social descendente y exiguo o inexistente privado. A vivir en función de un Estado central: ineficiente, agotado, quebrado. El concepto de federalismo, es que recaudación impositiva debe retroalimentar, la producción y el trabajo nacional. Lo supo ver Juan B. Alberdi:" La descentralización política económica, es esencial para que la soberanía local se base en por sí misma. Si cada provincia pudiese dar impulso a sus diferentes productos; petróleo, gas, minería, litio, alimentos, textiles, madera, industria del conocimiento, entre tantos mas - estaríamos ante el frecuentemente invocado proceso de la transformación de las economías regionales en su nacimiento - La industrialización en origen, representa el cambio; profundo, estructural. Es ineludible dar una moderna pauta, que basada en la producción articulada e equitativa; ponga a las provincias al frente del crecimiento sostenido con empleo privado registrado. Con derecho a la salud, la previsión. Con: energía, con infraestructura pública y privada, rutas, vías férreas, hidrovías, puertos, puentes, gas y oleoductos. Para establecer industrias, emprendimientos, que manufacturen materias primas con valor agregado. Para que constituyan empleo genuino, movilidad social ascendente, con futuro. En un marco descentralizado, que descomprima con la migración a la calidad del interior, los oscuros conurbanos. Para combatir el desempleo urbano, el narco, el hacinamiento, la violencia, la angustia, la desesperanza. Esta ahí - la concreción del sueño, de una real autonomía y riqueza provincial -. En palabras de Carlos Pellegrini: "Solo el desarrollo puede dar sustento al federalismo"













