

Sorpresivamente, y con efecto positivo, la racionalidad pareció ganar por primera vez en mucho tiempo a la dirigencia política de nuestro país, que salvo algunas excepciones, salió a poner paños de agua fría y a pensar en el país antes que en sus intereses personales, tras la decisión de la Corte estadounidense de no tomar el Caso argentino sobre los fondos buitre y dejar en manos del juez Griesa la definición final sobre el tema.
Hasta los mercados parecieron ayer tomar otra dimensión del asunto, y recuperaron parte de lo perdido en la jornada del lunes.
La dirigencia opositora, pero sobre todo massistas y macristas, ponderaron en buenos términos el discurso de la Presidenta del lunes pasado.
Y los economistas del massismo, habitualmente críticos, se permitieron puertas adentro no lo harán seguramente en público destacar que el el discurso de Cristina fue atinado, llevó tranquilidad y cautela y fue por la positiva.
En el macrismo, su jefe máximo, Mauricio Macri, a quien la noticia lo sorprendió en el exterior dio la orden de parar la pelota, no salir a criticar, mandar señales de acompañamiento y de tranquilidad.
Ayer uno de sus principales asesores en materia económica, señalaba: Hasta ahora las señales que ha dado el Gobierno son buenas, hay que buscar negociar y no volverse locos. Asimismo se destacaba que un sondeo realizado ayer por funcionarios porteños de la Secretaría de Hacienda (no hay que olvidarse que la gestión Macri se encuentra en proceso de tomar deuda en el exterior) sobre bancos del extranjero les había arrojado resultados positivos. No nos han dejado de mirar en el mundo por este fallo, y agregaban: La Presidenta estuvo bien el lunes cuando indicó que ellos no contrajeron esta deuda, ahí radicales y los peronistas que los antecedieron deberían hacer una autocrítica sobre lo que han dejado.
El equipo de Sergio Massa, que se reunió el lunes para analizar las consecuencias que sobre la economía puede tener esta decisión y donde conviven ex Ministros de la administración kirchnerista, dos ex Presidentes del Banco Central y economistas llegados de otras vertientes, coincidieron en parte con el discurso presidencial y en la necesidad de negociar el pago a los Fondos Buitres.
Ganar tiempo en la justicia y negociar con Griesa parece ser la opción en la que coinciden oficialismo y oposición: Hay que llegar a fin de año, y negociar con Griesa. El va a terminar ayudando en una solución al país destacaba ayer uno de los economistas del massismo, con llegada diaria a tenedores de bonos argentinos y con una amplia cartera de clientes en nuestro país.
Griesa va a ayudar, sabe dónde está parado pero también hay que ayudarlo a él reflexionaba este economista para quien los negociadores del gobierno argentino deberían plantear al Juez que se les va a pagar a los litigantes pero que establezca, después de enero del año próximo, la modalidad del pago ya determinado de los u$s 1300 millones.
Como ejemplo de esta supuesta actitud de colaboración del Juez norteamericano, el economista indicaba: Fíjese que Griesa no levantó aún la cautelar sobre posibles embargos, es un dato.
El Apocalipsis en economía no existe agregó, destacando que el discurso de la Presidenta ayudó para que los mercados ayer recuperaran tranquilidad y se les envíe señales de racionalidad.
Llamativamente, desde los grupos económicos del massismo y hasta algún macrista; siempre en absoluta reserva, salieron a criticar a los pocos economistas sobre todo ligados a los 90 que plantearon escenarios catastróficos.
Y alguien se animó a filtrar alguna gastada que se tuvo que comer el ex ministro Roberto Lavagna, por parte de uno de sus colegas, sobre apreciaciones públicas del ex secretario de hacienda Guillermo Nielsen, quien dijo el lunes que la Argentina ya estaba en default técnico. De ese tenes que hacerte cargo vos le dijeron, aunque se sabe que hace tiempo que Lavagna y Nielsen no cruzan palabra.
Puertas adentro del Gobierno se vivió por estas horas un clima de preocupación, pero con una bajada de línea de la Presidenta de llevar tranquilidad.
Hay Plan B se indicaba en todo momento, mientras algunos destacaban que el Ministro de Economía Axel Kicillof y la Presidenta habían trazado la estrategia de salir con un discurso duro pero negociador, y sobre todo destacando que había voluntad de pagar.
No es verdad que la Presidenta haya acusado a la Corte estadounidense de extorsión, señalaba ayer un funcionario del Gobierno en relación a los titulares de la prensa, agregando: En la Corte de Estados Unidos se toman muy en cuenta los diarios pero de lo que Cristina habló fue justamente del accionar de estos Fondos Buitre y como ha sido su operatoria normal, que es la de litigar en busca de ganancias mayores.
En las últimas horas economistas y políticos coincidían en señalar, aún los de la oposición, que el fallo había sido injusto con el país, que viene demostrando que quiere solucionar los frentes externos que tenía abierto llámese Repsol, CIADI, Club de París y con los mismos Holdouts y ponían de manifiesto que hasta la mismísima ex Dama de Hierro del FMI, Anne Krueger, que en la crisis del 2001 había ordenado castigar a la Argentina, en esta oportunidad había presentado su opinión favorable al país, para que la Corte estadounidense tome el caso.
Ayer un economista y un ex canciller de nuestro país coincidían en señalar que la determinación tomada por la Corte estadounidense, podría haber estado influenciada por el ala más conservadora del Partido Republicano, que nunca terminó de digerir el Tratado de Entendimiento con Irán, firmado por nuestro país con el anterior Presidente iraní, que representaba el ala más dura del régimen.













