Se afirma en ciertos círculos de la política internacional como una "red light" que China ha estado tomando medidas para afirmar un rol activo y asertivo en los asuntos internacionales. Ello no es nuevo pero es cierto que el ritmo de las iniciativas políticas y económicas de China se ha acelerado como parte de la creciente competencia con EE.UU. El propio Xi Jinping ha asumido el liderazgo de expandir la idea de que ahora China tiene un rol en los asuntos mundiales y que los actores tradicionales de las relaciones internacionales deberían escuchar y considerar a China como un actor permanente que no puede ser ignorado y debe formar parte de las decisiones geopolíticas dada su importancia económica, comercial y cultural.
Las predicciones de que China está desacelerando su crecimiento económico como resultado de sus drásticas políticas de COVID no se han materializado. La economía de China, aunque no se ha recobrado por completo, está volviendo a recuperar su crecimiento.
Impulsado por el ascenso económico de China durante la última década, Xi se ha alejado de manera decisiva del mantra de política exterior de "mantener un perfil bajo" propugnado por sus predecesores y valorado por Occidente.
Lo cierto es que durante los últimos 15 años, Beijing ha creado bloques comerciales y de seguridad alternativos a las agrupaciones dirigidas por Occidente y buscado el apoyo de organizaciones como la OMC/WTO (Organización Mundial del Comercio). Ha promovido activamente la Belt & Road Initiative o "BRI"y en la actualidad, los países miembros de esta Iniciativa están repartidos por todos los continentes: 34 países de la BRI se encuentran en Europa y Asia Central (incluidos 18 países de la Unión Europea (UE) que son parte del BRI y países de Latin América se han también adherido.
Son varios los ejemplos recientes de la tendencia mencionada a una participación mayor de China en los asuntos políticos internacionales:
China dio un nuevo paso hacia la dinamización del diálogo en el Medio Oriente al recibir al presidente palestino Mahmoud Abbas para una visita de Estado de cuatro días. El presidente chino, Xi Jinping, mantuvo conversaciones con Abbas y ofreció una propuesta de tres puntos para una "solución duradera" a la cuestión palestina. Se pronunció en favor de un estado palestino independiente basado en las fronteras de 1967 con East Jerusalén como su capital, que satisfaga las necesidades económicas y humanitarias de Palestina y mantenga las conversaciones de paz en el buen camino.
Abbas dijo que apreciaba la reciente mediación de China entre Irán y Arabia Saudita y pronosticó que Beijing jugará un papel más importante en traer la paz a Medio Oriente. Los presidentes Xi y Abbas anunciaron el establecimiento de una asociación estratégica entre China y Palestina.
A principios de mes, el presidente Xi se reunió con la presidenta hondureña Xiomara Castro para sellar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países; emitieron una declaración conjunta sobre libre comercio y cooperación en proyectos de la Franja y la Ruta. La Cancillería de Honduras anunció con anterioridad la ruptura de relaciones con Taiwán y la afirmación de que existe "una sola China", una decisión que supone el fin del histórico reconocimiento del país centroamericano a la isla de Taiwán.
El presidente Xi Jinping y el fundador de Microsoft, Bill Gates se reunieron luego de tres años. Xi dijo que espera una amistad duradera entre los dos países y agregó que la base de las relaciones bilaterales se encuentra en la gente, en los pueblos. Prometió una cooperación continua con la Fundación Gates. Gates felicitó a China por abordar la pandemia de COVID-19 y el alivio de la pobreza.
Durante las reuniones entre el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, y su homónimo chino, el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang, Qin le dijo a Blinken que Estados Unidos debe respetar la posición de China sobre Taiwán, no interferir en los asuntos internos de China y dejar de socavar a China en nombre de "libre competencia". También le recordó a Blinken los tres principios de Beijing que rigen sus relaciones con EE.UU. y que fueran expuestos por el presidente Xi en una reunión virtual con el presidente Joe Biden en noviembre de 2021: respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación con beneficio mutuo.
El presidente Xi Jinping ha instado a Estados Unidos a respetar a China y mantener el consenso alcanzado en su reunión con el presidente estadounidense Joe Biden el año pasado.
Xi señaló que el mundo necesita una relación China-Estados Unidos madura y estable que permita que los dos países puedan encontrar la manera constructiva de llevarse bien en el futuro para beneficio de toda la humanidad y declaro que China respeta los intereses de Estados Unidos y no busca desafiar o desplazar a Estados Unidos. Del mismo modo, Xi señaló que Estados Unidos debe respetar a China y no debe perjudicar los derechos e intereses legítimos de China, y agregó que ninguna de las partes debe tratar de moldear a la otra parte por su propia voluntad, y mucho menos privar a la otra parte de su derecho legítimo a su desarrollo.
Al hablar sobre los lazos bilaterales, Xi dijo que China siempre espera ver una relación sólida y estable entre China y Estados Unidos y cree que los dos países pueden superar varias dificultades y encontrar la manera correcta de llevarse bien sobre la base del respeto mutuo y la coexistencia pacífica. Hizo un llamado a Estados Unidos para que adopte una actitud racional y pragmática y trabaje hacia el mismo objetivo con China.
Por su parte Blinken dijo que Biden cree que EE.UU. y China tienen la obligación de gestionar sus relaciones de manera responsable, y agregó que esto redunda en interés de EE.UU., China y el mundo. También dijo que Estados Unidos está comprometido con la agenda establecida por los dos presidentes en Bali, que EE. UU. mantiene los compromisos asumidos por el presidente Biden, a saber, que EE. UU. no busca una nueva Guerra Fría y no busca cambiar el sistema de China, que las alianzas de EE. UU. defensivas y comerciales con Australia, Japón y otros países del Sudeste Asiático no están dirigidas a agredir a China, que no apoya la "independencia de Taiwán" y no busca un conflicto con China. EE.UU. espera tener un compromiso de alto nivel con China, manteniendo abiertas las líneas de comunicación, manejando responsablemente las diferencias y buscando el diálogo, los intercambios y la cooperación, agregó.
Los observadores dijeron que Xi hizo sus comentarios a Blinken en un momento en que Washington ha persistido en reprimir e intimidar a China vaciando el principio de una sola China y llevando las relaciones a su nivel más bajo.
Al destacar la importancia de los lazos bidireccionales en contextos bilaterales y globales, Xi le dijo a Blinken que los chinos, al igual que los estadounidenses, son personas dignas, seguras de sí mismas y autosuficientes, y que ambos pueblos "tienen derecho a buscar una vida mejor". Asimismo, que no deben temerse los éxitos del otro. No constituyen una amenaza sino una oportunidad.
Sin embargo, la comunidad internacional está generalmente preocupada por el estado actual de los lazos entre China y Estados Unidos, y no quiere ver un conflicto o una confrontación entre China y Estados Unidos ni tomar partido. Los dos países deben actuar con un sentido de responsabilidad por la historia, por la gente y por el mundo, y manejar con prudencia sus relaciones.
Beijing y Washington acordaron avanzar en la colaboración y el intercambio de visitas durante las conversaciones entre el Consejero de Estado y Ministro de Relaciones Exteriores chino Qin Gang y Blinken. Previamente, Wang Yi, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China y director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del PCCh, también se reunió con Blinken. Wang pidió a Estados Unidos que "deje de exagerar la 'amenaza de China', levante las sanciones unilaterales contra China, no limite el desarrollo científico y tecnológico de China y se abstenga de interferir en los asuntos internos de China".
EE. UU. será el anfitrión de la Reunión de Líderes Económicos de APEC de este año un fórum internacional de 21 pises miembros del Pacific Rim que promueve el free trade en la regio de Asia-Pacific. Esta es una oportunidad importante para que EE. UU. reconsidere y recalibre su política de Asia y el Pacífico y desafíe a China a trabajar con EE. UU. para explorar una forma de interacción constructiva en la región.
El mundo necesita una relación China-Estados Unidos estable y predecible. Se debe explorar el interés común entre los dos países. Deberíamos valorar el éxito de uno de ellos como una oportunidad y no como una amenaza. Para ello los dos países deben actuar con responsabilidad y manejar con prudencia sus declaraciones internas. Ninguna de las partes debe tratar de moldear a la otra parte por su propia voluntad, y menos aún privar a la otra parte de su derecho legítimo a desarrollarse. La visita de Blinken parecería ser el inicio de un largo camino pero que hay que consolidarlo. Como decía Machado, el poeta, "camínate no hay camino, se hace camino al andar".