La pulseada bonaerense será un caso testigo para la negociación de Guzmán

Hay una actitud que tanto los funcionarios de la Nación como los de la provincia de Buenos Aires, quieren dejar bien en claro cuando de renegociar la deuda se trata: todo lo que se está proponiendo a los acreedores es de "buena fe". Y por eso el equipo de Axel Kicillof aceptó estirar un poco más la propuesta inicial, e incluir un pago de 30% del capital que se propone aplazar. Porque este concepto jurídico implica demostrar una conducta honesta frente a un contrato. El oficialismo sostiene que en el marco del reperfilamiento de toda la deuda del sector público nacional, hay una lógica razonable en el pedido de postergar el pago del BP21 bonaerense, ya que lo que defina la Casa Rosada actuará como testigo para el resto. Y en estos momentos, resulta de especial interés demostrar que el deudor ha hecho un esfuerzo para acercarse a lo que piden los fondos que tienen esos títulos.

Toda esta prevención tiene que ver con la posibilidad de que el Fondo Fidelity, el acreedor más remiso a aceptar esta situación, se mantenga en sus trece y no facilite el 75% de las adhesiones necesarias para evitar un incumplimiento. Por estas horas, los contactos cruzados entre bonistas y funcionarios traducen una inevitable cuota de tensión, ya que el porcentaje que está de acuerdo en evitar el default es alto, pero no suficiente. Después de dos ofertas, Buenos Aires se siente segura de haber demostrado "buena fe". Pero eso solo cuenta a la hora de repartir culpas. Kicillof tal vez tenga que decidir en las próximas horas si cumple con el pago o acepta enfrentarse con las consecuencias de un default, a sabiendas de que es una puerta de entrada a los fondos buitre.

Desde La Plata se asegura que se trabaja para encontrar una salida que no complique el proceso nacional. El plazo de gracia para completar el pago vence mañana miércoles, pero al final del día el monto tendría que estar depositado en la cuenta de cada tenedor del bono. O sea que el botón que habilita la transferencia sí o sí se tiene que pulsar hoy.

El mercado reaccionó con optimismo. En parte por el mensaje positivo que logró Alberto Fernández tras su charla con Angela Merkel, pero sobre todo por la nueva oferta bonaerense. La pregunta que se comenzarán a hacer los analistas, suceda lo que suceda, es que aprendizaje le deja a Martín Guzmán toda esta experiencia.

Buenos Aires arrancó esta movida el 14 de enero, pidiendo el aplazamiento del pago a cambio de nada. Una semana después, avisó que pagaría de manera anticipada los intereses que se devenguen al 1 de mayo. El 31 dio más tiempo para decidir y ayer elevó el endulzante y lo transformó en un pago anticipado de 30% del capital. Si hubiera salteado alguno de esos pasos con algo más en la mano tal vez el tiempo disponible para negociar hubiera dado más frutos. Comprobarlo hoy ya es imposible.

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