

La Justicia de Viedma, en Argentina, emitió un fallo que llamó la atención: un jubilado de la Policía Federal dejó de estar obligado a pagar la cuota alimentaria de sus tres hijos adultos. El pedido lo había presentado con las partidas de nacimiento en mano, y el expediente avanzó cuando la jueza revisó un dato determinante.
Con el trámite en curso, surgieron dudas sobre cómo funciona la ley cuando los hijos ya son mayores y qué situaciones pueden mantener la obligación. La jueza analizó cada punto antes de tomar la decisión final.
El caso dio un giro cuando se verificó que los hijos superaban ampliamente la edad prevista por la ley. Ese dato terminó definiendo el sentido de la resolución.

La jueza confirmó que los hijos eran mayores de la edad establecida por la ley
Según LMNeuquén, el jubilado presentó las partidas de nacimiento que acreditaban que sus hijos tenían 26, 27 y 37 años. La magistrada comprobó que los tres superaban por completo la edad para que siguiera vigente la obligación alimentaria.
La sentencia explicó que, aunque la obligación cesa cuando los hijos alcanzan la mayoría de edad, igual se requiere un pedido formal del aportante. En este caso, el jubilado cumplió con ese paso y presentó toda la documentación necesaria.
El tribunal también recordó que solo pueden mantenerse las cuotas alimentarias hacia hijos adultos si existen situaciones excepcionales que lo justifiquen, lo que no ocurrió aquí.
La Justicia ordenó frenar el descuento y notificar a los organismos
El tribunal de Viedma resolvió que la cuota alimentaria debía dejar de descontarse de inmediato. Además, ordenó notificar a quien la cobraba y enviar un oficio a la Caja de Retiros de la Policía Federal para suspender la retención mensual.
Según informó el medio argentino LMNeuquén, el jubilado argumentó que la mayoría de edad y la autonomía de sus hijos hacían innecesario continuar con el pago. La jueza aceptó el planteo y autorizó el cese.
El fallo aclara cómo debe interpretarse la obligación alimentaria en casos donde los hijos ya son adultos y no hay motivos excepcionales para sostenerla.











