

Frente a la posición taxativa de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, las centrales sindicales admiten la posibilidad de aceptar un reajuste de salario mínimo por debajo de R$ 580.
En contrapartida, esperan que el gobierno abra negociaciones en torno de otras reivindicaciones, como la corrección de la tabla de Impuesto de Renta (IR) y el reajuste del piso salarial para los jubilados y pensionados que ganan por encima del mínimo.
Pero uno de los sindicalistas que participa de las negociaciones señaló que no se trata de cambiar una cosa por otra.
Según la fuente, la hipótesis de discutir un mínimo inferior a R$ 580 sólo se llevará adelante si el gobierno acepta negociar las otras dos reivindicaciones, aunque las propuestas no respondan a los valores exigidos por los gremialistas.
“Sin aumento real, no hay discusión. Dar sólo la inflación es muy poco. Ahora, el techo es R$ 580. Podemos analizar un reajuste inferior si la otra parte cede y presenta propuestas para las otras áreas”, afirmó.
El tema debe ser discutido este viernes durante una reunión, en San Pablo, entre las centrales sindicales y los ministros Guido Mantega (Hacienda), Carlos Lupi (Trabajo) y Gilberto Carvalho (Secretaría general de la Presidencia).
Hasta ahora, el Ejecutivo insiste en reajustar el mínimo de R$ 510 a R$ 545. En relación a la tabla de IR, afirma que puede ofrecer algo cercano a 4,5%. Pero los sindicalistas exigen una corrección basada en el ndice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de 2010, que fue de 6,46%, además de un reajuste de 10% para los jubilados que ganan más que el mínimo.
Con el objetivo de garantizar un aumento real, el presidente de Fuerza Sindical, el diputado Paulo Pereira da Silva, también admitió la posibilidad de anticipar una parte del reajuste programado para 2012, que será mucho más alto que el de este año. “Pero sin propuestas, es muy difícil”, criticó.
El modelo actual de cálculo de reajuste del mínimo, que vale hasta 2023, garantiza la corrección anual por la inflación y tiene también como base el porcentaje de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del año anterior al envío de la propuesta presupuestaria al Congreso, que en ese caso sería el de 2009.
Sin embargo, los sindicalistas reivindican una corrección diferenciada para 2011, porque, en 2009, debido a los efectos de la crisis financiera mundial, el crecimiento del PBI fue prácticamente nulo.
A pesar de criticar la idea de Da Silva, el presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Artur Henrique, dijo que el proceso de negociación es dinámico y puede haber un acuerdo en caso de que el gobierno acepte ceder en algunos puntos, especialmente si el Ejecutivo presenta un proyecto de política permanente de valorización del mínimo, además de condiciones satisfactorias para la corrección de la tabla de IR.
En relación al encuentro, el presidente de la Unión General de los Trabajadores (UGT), Ricardo Patah, aseguró que, si las reivindicaciones no son atendidas como fueron presentadas, no habrá acuerdo y las negociaciones se darán en el Congreso.
(Fernando Taquari / Valor













