La deuda activa del Estado brasileño creció 13,41% entre 2010 y 2011 y se acerca al billón de reales, a pesar de haber mejorado la recaudación obtenida con los programas de pago en cuotas y descuentos.

Un balance realizado por la Procuraduría General de Hacienda Nacional mostró que, el año pasado, las deudas de personas físicas y empresas inscriptas en la deuda activa del Estado sumaron R$ 998.762 millones. En 2010, esos débitos habían alcanzado R$ 880.596 millones.

Según el director de Gestión de Deuda Activa de la PGFN, Paulo Ricardo de Souza Cardoso, las deudas inscriptas en la parte activa no paran de aumentar, porque se corrigen por la tasa básica de interés (Selic), que está en 9,75% al año, actualmente. Además de eso, es difícil cobrar las deudas antiguas porque existen empresas inscriptas que quebraron, o personas físicas que presentaron direcciones y documentación inexistentes o murieron.

Damos prioridad a las deudas más recientes, porque entendemos que son más fáciles de recuperar, dijo De Souza Cardoso. La PGFN, explicó, que está haciendo una depuración de la deuda para enfocarse en los créditos posibles de cobrar.

Otra medida es reducir el plazo para que los organismos como el Fisco Federal, la Secretaría de Patrimonio del Estado y el Instituto Nacional del Seguro Social encaminen las informaciones de los deudores que deben inscribirse en la deuda activa. Según el director, existen organismos gubernamentales que demoran entre cinco y seis años para hacer la inscripción de la deuda, lo que dificulta el cobro del débito. La idea es reducir ese período a no más de tres meses.

A pesar del aumento del stock de la deuda activa en 2011, la recuperación de los débitos mejoró, aunque representa solamente 1,37% del stock. En 2010, las empresas y personas físicas que adhirieron al Refis de la Crisis, en 2008 -cuarto programa de refinanciamiento de deudas tributarias-, estaban pagando una cuota mínima, por la necesidad de actualización de los sistemas de cobro, lo que obstaculizó la recepción de los débitos.

En el caso de las empresas, que estaban entrando por primera vez en el programa de pago en cuotas de deudas, el pago mínimo era de apenas R$ 100. Para las personas físicas, el valor era de R$ 50. En el caso de los contribuyentes que participaron de refinanciamientos antiguos o migraron sus deudas para el nuevo Refis, el pago correspondía a 85% del valor de las cuotas mensuales anteriores.

El año pasado, esa situación se normalizó y la recaudación de la PGFN saltó de R$ 5.429 millones, en 2010, a R$ 13.636 millones, lo que significó un aumento de 151%. Se hicieron los ajustes necesarios en el sistema y los contribuyentes que adhirieron al Refis de la Crisis están pagando el valor real de las cuotas, dijo De Souza Cardoso. La expectativa es que la recuperación de las deudas siga creciendo. Algunas empresas anticiparon el pago de deudas para obtener descuentos, lo que puede ocurrir también este año, agregó.

Según datos de PGFN, la actuación del organismo, que representa al Ministerio de Hacienda, judicial y extrajudicialmente, evitó que las arcas públicas perdieran R$ 277.562 millones. Considerando que la Procuraduría contaba con 1.966 fiscales en 2011, se verifica que cada uno de esos funcionarios recaudó, en promedio, R$ 12,7 millones, un crecimiento de 60,48% en relación a 2010.