La Policía Militar expulsó de la estación Ana Rosa, en el barrio de Paraíso, en el sur de la ciudad de San Pablo, a empleados del subte que están en huelga.

Los trabajadores dijeron que los policías entraron en acción para reprimir la protesta de la categoría con balas de goma que dispersaron a los manifestantes.

“Llegamos a las 3,30 horas para hacer un piquete y nos sorprendió el ingreso de la Tropa de Choque, que nos atacó en un lugar cerrado. Hace 30 años que trabajo en el subte y mire lo que gano”, dijo José Carlos dos Santos, de 54 años, mostrando las heridas en una pierna.

Según el capitán Snay Nanni, de la Policía Militar, la fuerza actuó para garantizar el acceso de los ciudadanos al subte. “El interés público debería prevalecer por sobre los intereses de la categoría”, afirmó Nanni, que confirmó el uso de balas de goma y bombas de gas durante la represión.

Un empleado del subte fue detenido, según los sindicalistas. La policía justificó la detención por el delito de desacato.

Por segundo día consecutivo, el sistema público de subte funciona parcialmente en San Pablo. Hay piquetes de trabajadores en al menos otras dos estaciones.

En una asamblea realizada la noche de ayer, los trabajadores del metro decidieron mantener la paralización en la jornada de hoy. La categoría participó de una nueva audiencia con la empresa durante la tarde de ayer, pero no se llegó a un acuerdo.

En la reunión, los trabajadores sugirieron un reajuste de 12,2% --antes era de 16,5%--, pero los representantes del metro afirmaron que no existe posibilidad financiera de conceder un reajuste superior a 8,7%. El presidente del Metro, Luiz Antonio Carvalho Pacheco, recordó que el aumento en los beneficios generará reajustes de entre 10,6% y 13,3%.

En total, 24 de las 61 estaciones administradas por el gobierno del estado de San Pablo permanecieron cerradas el jueves.

Según el secretario de Transporte Metropolitano de San Pablo, Jurandir Fernandes, 3,9 millones de pasajeros se vieron afectados directamente por la huelga de ayer.

Con la paralización, el gremio que representa la categoría corre el riesgo de pagar R$ 100 .000 a la justicia, que determinó que 70% de los vagones del subte deben circular en los horarios normales y 100% en las horas pico, entre las 6 y las 9 de la mañana y las 16 y las 19 horas.

El piso salarial de los trabajadores del subte es de R$ 1.323,55.