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La Casa Blanca confirmó la semana pasada el envío de un escuadrón anfibio de EE.UU. al sur del Caribe, cerca de las costas de Venezuela, en medio de crecientes tensiones políticas y de seguridad en la región.

Los buquesUSS San Antonio, USS Iowa Jima y USS Fort Lauderdale podrían situarse frente a Venezuela esta semana, transportando a 4.500 efectivos, entre ellos 2.200 marinos.

Estados Unidos moviliza tropas al caribe: el objetivo del despliegue militar

Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, la operación forma parte de los esfuerzos del presidente Donald Trump para impedir que las drogas ingresen a Estados Unidos, utilizando "todos los elementos del poder" disponibles.

Paralelamente, la Fiscal General de EE.UU., Pamela Bondi, anunció una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente Nicolás Maduro, acusado de colaborar con organizaciones criminales para introducir drogas letales en territorio norteamericano.

La reacción de Venezuela y aliados regionales

El Gobierno venezolano calificó las acciones estadounidenses como difamaciones y denunció que estas medidas ponen en riesgo la paz y estabilidad regional. Además, Nicolás Maduro activó más de cuatro millones de miembros de la Milicia Nacional Bolivariana ante las crecientes amenazas.

La Asamblea Nacional de Venezuela respaldó las medidas de defensa soberana, mientras que el canciller Yván Gil y su homólogo brasileño, Mauro Vieira, discutieron en Bogotá las implicaciones del despliegue militar de EE.UU.

Preocupación internacional

El presidente colombiano, Gustavo Petro, advirtió que cualquier intervención militar estadounidense convertiría a Venezuela en "otra Siria" y podría arrastrar a Colombia a un conflicto. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió la autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de controversias, citando la Constitución mexicana.

Cuba denunció que la operación forma parte de una "agenda corrupta" del secretario de Estado, Marco Rubio, y pidió respetar la región como zona de paz. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a Estados Unidos y Venezuela a resolver sus diferencias mediante el diálogo.

Apoyo del ALBA-TCP a Venezuela: quiénes repudian el avance de Estados Unidos

Durante la XIII Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, diez países de la alianza -entre ellos Cuba, Bolivia, Nicaragua y Dominica- condenaron el despliegue militar estadounidense en el Caribe, calificándolo como una amenaza a la paz, soberanía e integridad territorial de la región.

Los líderes del bloque denunciaron que las operaciones militares bajo pretextos antidrogas buscan imponer políticas ilegales e injerencistas, y exigieron el cese inmediato de cualquier acción militar que vulnere la independencia política de los Estados latinoamericanos.