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El recién anunciado fin del conclave mantiene expectantes a fieles de todo el mundo, pues la decisión tomada en la Capilla Sixtina del Vaticano marca el inicio de una nueva era para la Iglesia Católica.

De acuerdo con el protocolo, al momento en el que se llega al esperado consenso, el cardenal elegido -ahora Papa- se dirigirá a la "sala del llanto", donde dejará atrás sus viejos hábitos para asumir los pontificios y reflexionará sobre el nuevo rol que se le ha encomendado.

"El Papa toma conciencia de lo que ha llegado a ser, de lo que es a partir de ese momento", explica sobre este acto simbólico el sitio web oficial del Vaticano.

Esta es la primera promesa que hace el nuevo Papa tras finalizar el cónclave

El ceremoniero pontificio Monseñor Marco Agostini explicó que el paso del Papa electo por la "sala del llanto" es relevante particularmente desde el punto de vista representativo.

"El nuevo Pontífice toma conciencia de que la figura del Papa es mucho más grande que quien la encarna, entiende también que, bajo ese papel, deberá morir cada día, para que no sobresalga su persona, sino el oficio", explica.

Según las palabras del religioso, durante el papado no debe entonces prevalecer la persona, por lo que, en este momento de intimidad, el nuevo Sucesor de Pedro se encuentra por primera vez a solas consigo mismo para asumir la responsabilidad que confiere el puesto que ocupará y reflexionar sobre la nueva vida que lo espera.

Así es la "sala de llanto" donde el Papa hace su primera promesa

De acuerdo con lo descrito por Agostini se trata de una sala muy pequeña, angosta, compuesta por dos escaleras y una ventana.

En su interior es posible encontrar un perchero con las nuevas vestiduras. Además, en una de sus paredes se divisa una lápida con fecha del 31 de mayo de 2013 que contiene el siguiente enunciado

"En esta sala, denominada ‘del llanto' desde Gregorio XIV, quien aquí, el 5 de diciembre de 1590, recién elegido Papa, derramó lágrimas de emoción, el nuevo Pontífice, después de aceptar la elección, se viste con los atuendos propios".

Al momento de la elección, el maestro de ceremonias asiste al nuevo Pontífice, quien será acompañado hasta la puerta de entrada, de la que saldrá con sus vestiduras sagradas, asumido en su nuevo compromiso.