No es res: el tipo de carne más económico y con más colágeno para cuidar piel y huesos
El pollo, rico en colágeno y económico, es ideal para mantener la piel joven y los huesos fuertes. Descubra sus beneficios y formas de prepararlo.
Cuando pensamos en alimentos para cuidar la piel y fortalecer los huesos, el pollo no es lo primero que viene a la mente. Sin embargo, este tipo de carne es una de las fuentes más ricas y accesibles de colágeno, la proteína que mantiene la piel firme y las articulaciones saludables.
El pollo, especialmente en sus partes con cartílago, piel y huesos, es una opción económica para incluir en la dieta y beneficiarse del colágeno.
¿Por qué el colágeno del pollo es beneficioso para la salud?
El colágeno es una proteína estructural que constituye aproximadamente el 30% de la proteína total en el cuerpo. Se encuentra en la piel, los huesos, los músculos, los tendones y los ligamentos, ayudando a mantener la elasticidad y fuerza de estos tejidos.
Consumir colágeno a través de alimentos como el pollo puede ayudar a mejorar varios aspectos de la salud:
Cuidado de la piel
El colágeno es esencial para la elasticidad de la piel, ayudando a reducir la apariencia de arrugas y a mantener la piel joven y firme.
Fortalecimiento de los huesos y articulaciones
Las personas que incluyen colágeno en su dieta pueden experimentar una mejora en la salud ósea y articular. Esta proteína contribuye a reducir el dolor articular, fortalece los cartílagos y mejora la movilidad, por lo que es una opción ideal para quienes sufren de problemas en las articulaciones o buscan prevenirlos.
Apoyo a la salud capilar y de las uñas
El colágeno en el pollo también beneficia el cabello y las uñas, promoviendo su crecimiento y evitando que se quiebren con facilidad.
Mejora de la salud digestiva
El colágeno es beneficioso para la salud intestinal, ya que fortalece el revestimiento del intestino y facilita la digestión.
¿Qué partes del pollo contienen más colágeno?
Para aprovechar al máximo el colágeno del pollo, es importante saber qué partes son más ricas en esta proteína:
- Piel de pollo.
- Cartílagos y huesos.
- Músculos y tendones.
Formas de preparar el pollo para aprovechar todo el colágeno
Para sacar el máximo provecho del colágeno en el pollo, es importante elegir métodos de cocción que lo conserven y lo hagan más fácil de absorber:
- Caldo de huesos de pollo.
- Guisos o estofados.
- Piel de pollo al horno.
- Pollo en sopas.
Ya sea en caldos, estofados o incluso en sopas, el colágeno del pollo aporta beneficios para la piel, los huesos, las articulaciones y más.