

El debate sobre el cheque de estímulo DOGE captó la atención de millones de estadounidenses, aunque aún no es una realidad y ni siquiera está cerca de serlo.
La propuesta, impulsada por el empresario James Fishback, cuenta con el respaldo del expresidente Donald Trump y del magnate Elon Musk, quien actualmente lidera el Departamento de Eficiencia de Estados Unidos.
¿Quiénes podrían recibir el cheque de estímulo DOGE?
Una de las principales dudas gira en torno a si los inmigrantes indocumentados que pagan impuestos serían elegibles para recibir estos pagos en caso de aprobación. Sin embargo, según Fishback, la respuesta es clara: solo los residentes con documentación en regla podrán acceder a este estímulo.

"Los inmigrantes que ingresaron al país ilegalmente no recibirán dividendos de DOGE. No contribuyen al sistema de la misma manera que los ciudadanos estadounidenses", afirmó Fishback en una entrevista con Newsweek.
Estas declaraciones generon controversia, ya que los inmigrantes representan una parte fundamental de la fuerza laboral del país y contribuyen significativamente al Servicio de Rentas Internas (IRS). De acuerdo con el Instituto de Impuestos y Política Económica, los inmigrantes aportaron un promedio de $96.700 millones de dólares en impuestos en 2022, independientemente de su estatus migratorio.
¿De dónde saldría el dinero para el cheque de estímulo DOGE?
El plan sugiere que este cheque de estímulo se financiaría con los ahorros generados por el Departamento de Eficiencia, una nueva entidad creada durante la segunda administración de Donald Trump. Según estimaciones, DOGE podría generar ahorros de $2 mil millones de dólares en 18 meses, de los cuales el 20% se destinaría a los contribuyentes estadounidenses.
Si la propuesta avanzara, se calcula que los pagos podrían alcanzar hasta $5.000 dólares por familia, beneficiando aproximadamente a 79 millones de contribuyentes.
¿Cuáles son las posibilidades de aprobación?
A pesar de la repercusión mediática, la propuesta del cheque de estímulo DOGEno ha sido formalmente presentada ante el Congreso. Sin un proceso legislativo en curso, su implementación sigue siendo incierta.
Mientras tanto, el debate continúa y miles de estadounidenses esperan más definiciones sobre esta potencial ayuda económica.













