Confirmado por la ciencia: no se ama con el corazón, sino con el cerebro y este es el tipo de amor más fuerte
El amor es una de las emociones más fuertes y reiteradas que experimentan los humanos y científicos dan precisiones tras un innovador estudio.
El amor es una emoción fuerte que siempre se asoció al corazón por su tono romántico y por cómo lo graficaron en series y películas. Sin embargo, la ciencia confirmó que no se ama con el órgano que bombea sangre, sino que se ama con el cerebro.
Existen distintos tipos de niveles de amor, los cuales uno no elige, que despiertan o activa distintas zonas cerebrales y desarrolla rasgos sociales. Estar enamorado puede cambiar la perspectiva de la vida y hasta la razón de existir de una persona.
¿Se ama con el corazón o el cerebro?: esto dice la ciencia
El amor es una de las emociones que atraviesa distintos sentimientos y marca momentos inolvidables en la vida de las personas, ya sea negativo o positivo. Existen muchas frases relacionadas al amor y, en algunos casos, provoca las famosas "mariposas en el estómago" y lleva a realizar cosas inimaginables.
Se trata, principalmente, de desarrollar una conexión emocional con otra persona donde todo lo que le suceda, de alguna forma, también atraviesa a uno mismo. Siempre se relacionó al amor con el corazón, pero un estudio científico de la Universidad de Oxford en conjunto con la Universidad de Aalto reveló que, en realidad, se ama con el cerebro.
La investigación se realizó con 55 adultos, según informa el medio DW Español, en donde se les pidió que piensen en distintas situaciones relacionadas al amor o recuerdos que despiertan el romanticismo. De esta forma, los científicos analizaron el comportamiento del cerebro a medida que ocurrían los recuerdos.
¿Cuáles son los seis tipos de amor que activan el cerebro?
Amor por los hijos
El informe comprobó que este es el tipo de amor más fuerte que sienten las personas. Para poder investigarlo se les pidió a las personas que pensaran en un bebé recién nacido y que recuerden, aquellos que son padres, qué sintieron al tener a su bebé en brazos.
"Las áreas cerebrales asociadas al amor entre personas son muy similares, y diferencias radican sobre todo en la intensidad de la activación, que es mayor con los hijos, y algo mayor con la pareja que con los amigos", explicaron.
Amor por la pareja
El segundo tipo de amor más fuerte corresponde al amor por la pareja. Se trata del romanticismo y el amor platónico que refiere de una conexión física y emocional casi inquebrantable con un desconocido que se convierte en "el amor de tu vida".
Amor por los amigos
El amor por los amigos, sorpresivamente, se posicionó por detrás del amor a la pareja. Los amigos, generalmente de toda la vida, activan una parte del cerebro, pero las personas suelen acostumbrarse a la presencia de dichas personas en su vida.
Podría decirse que es un vínculo amoroso sin el miedo de perderlo o que una discusión arroje a la basura todos los años de amistad.
Amor por las mascotas
Uno de los puntos de debate más reiterado es sobre aquellas personas que ven a las mascotas como un hijo o hermano más. Es decir, les adjudican un rol emocional que correspondería a un humano.
El informe demostró que aquellas personas que tienen un compañero de cuatro patas activan una cognición social y empatía que no se presentó con tanta frecuencia en el estudio.
Amor por la naturaleza
Por otro lado, el amor a la naturaleza también mostró activación cerebral. Hay personas que disfrutan el aire fresco, el mar y los paisajes ya que alimentan los recuerdos y brinda una sensación de libertad.
Compasión por un extraño
El amor compasivo hacia extraños es el tipo de amor que menos activación cerebral provocó, tal como esperaban los investigadores. La activación por amor refiere a la cognición social. Es menos probable sentir compasión por alguien con quien no se tiene ningún tipo de vínculo afectivo.
Al hablarse de activación cerebral en el estudio se hace referencia a diferentes áreas cerebrales como; los ganglios basales (un conjunto de masas del hemisferio cerebral), la línea media de la frente, el precuneus y la unión temporoparietal a los lados de la parte posterior de la cabeza.