Lo que se viene

El puerto Mar del Plata quiere dar el gran salto y licita su terminal de contenedores

Con varios interesados en la próxima compulsa nacional e internacional, la estación marítima persigue mayores inversiones y gestión profesional. Por falta de infraestructura hoy el puerto mueve solo 72 contendores por recalada.

 "Basta de renovar permisos precarios en el puerto", se escuchó decir más de una vez durante el Congreso Productivo Bonaerense.

El evento, llevado a cabo justamente en el en el Gran Hotel Provincial de Mar del Plata, reunió a la cúpula de los funcionarios portuarios bonaerenses encabeza por los ministros de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, Augusto Costa; y de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez.

A fin de año vence el permiso precario otorgado a la Terminal de Contenedores TC2 del puerto marplatense. Dicho permiso ya fue renovado dos veces durante la última década y desde el gobierno bonaerense consideran que llegó el momento de abrir el juego a operadores con vocación de inversión y gestión profesional. En este escenario, al menos tres grupos logísticos de nivel internacional ya expresaron su interés de ofertar dentro en una futura licitación.

En su defensa, la actual permisionaria, que busca eternizar su presencia precaria en el puerto, intenta mostrar una realidad que no es tal.

"La nueva ruta marítima a Brasil ya permitió la salida de 432 contenedores", señalaron en un comunicado. Lo que no se dice es que este volumen se produjo a partir de seis recaladas, entonces cada buque movió un promedio de 72 contenedores, o sea nada.

El primer gran problema de TC2 es el espacio, que además de ser escaso está descoordinado. Solo posee dos plazoletas que no tienen piso de concreto conforme lo establece la resolución aduanera para dar estabilidad a las maquinarias y evitar la posible caída de contenedores. Además, estas dos plazoletas se encuentran distantes entre sí y contradicen los más elementales manuales de logística portuaria.

Otro inconveniente se debe a la casi nula inversión que se manifiesta en el obsoleto equipamiento de izaje y la escasa capacitación brindada a su personal. Por falta de grúas de muelle, algo esencial para una terminal, solo pueden recalar en Mar del Plata aquellos buques que posean grúas propias, por lo que se limitan enormemente las posibilidades de desarrollo.

Por falta de grúas en la terminal, solo pueden operar los buques que posean equipos propios.

Asimismo, solo dispone de unos 300 enchufes reefers de los cuales solo funcionarían menos de 200. Cierra el círculo una cúpula directiva de composición familiar y sin organigrama para la toma de decisiones.

Bombos y platillos

La directiva de TC2 quiso mostrar como un logro de gestión la llegada de la naviera francesa CMA - CGM que inauguró la nueva ruta marítima, Mar del Plata - Santos.

"Se realizó un acto de lanzamiento con títulos grandilocuentes que presagian un nodo logístico internacional. Mi análisis, absolutamente empírico, se toma el atrevimiento de disentir con esa visión", destacó Juan Carlos Donato, experto en temas portuarios actualmente radicado en Mar del Plata.

El experto, que es titular de la consultora JCD Port Management, señaló que "la naviera francesa al quedar fuera del mercado de flete más importante (léase Puerto de Buenos Aires - Montevideo y Santos), busca nuevas rutas y encuentra en Mar de la Plata un nicho prometedor para su competitividad, es decir que el nuevo servicio llega por designio de la naviera y no por atracción de la carga".

Cualquier agente de carga, según Donato, "sabe que 72 contenedores por recalada no pueden justificar un servicio duradero, ya paso con la naviera MSC que levantó abruptamente su operación el 15 de julio de 2019 y comenzó a transportar esos contenedores, por camión a sus propias terminales. La aduana local en 2022, registró y escaneó 12.000 contenedores, pero solo 1.900 se exportaron por nuestro puerto".

Juan Carlos Donato definió a Mar del Plata como "un típico puerto del siglo XX; no tiene grúas ni elevadores que además para la carga de contenedores en buques de 170 a 180 metros de eslora, suponen un tamaño y peso que difícilmente soporte la estructura actual de los muelles".

Frente a este escenario la decisión del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata ya está tomada: se dejará de lado la práctica de renovaciones automáticas y se abrirá el juego con una licitación amplia y transparente que posibilite la presentación de ofertas a nuevos operadores con vocación de invertir y profesionalizar la operatoria.

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