En esta noticia

Envejecer con salud no es cuestión de suerte, sino de prevención. Cada vez más especialistas insisten en que los chequeos regulares, las vacunas y los hábitos saludables son la base para mantener autonomía y bienestar en la vejez.

En un mundo donde la población mayor crece rápido, estas prácticas no solo evitan enfermedades graves, también reducen hospitalizaciones y mejoran la calidad de vida.

¿Por qué la salud preventiva es clave después de los 55 años?

Con el paso de los años, el metabolismo se vuelve más lento y el sistema inmune pierde fuerza. Esto aumenta el riesgo de patologías crónicas, infecciones y cáncer. Por eso, los expertos aconsejan iniciar controles específicos desde los 55 años y ajustar la frecuencia según cada persona.

Entre los estudios más importantes se destacan:

  • Colonoscopía: permite detectar cáncer de colon en etapas tempranas. El intervalo varía entre 3 y 10 años según los resultados previos.
  • Mamografía: recomendada cada uno o dos años para prevenir cáncer de mama.
  • Densitometría ósea: fundamental para diagnosticar osteoporosis. Se repite cada 3 a 5 años.
  • Ecografía de aorta abdominal: indicada en personas con antecedentes de tabaquismo para detectar aneurismas.

Vacunas que no pueden faltar

La inmunización es otro pilar de la prevención. Los especialistas recomiendan:

  • Neumonía: la vacuna PCV20 se aplica desde los 65 años y se renueva cada 5 años.
  • Herpes zóster: reduce hasta un 80% el riesgo de neuralgia postherpética.
  • Virus sincitial respiratorio (VSR): una sola dosis protege durante tres años contra infecciones respiratorias graves.
Cuáles son los controles que recomiendan los médicos después de los 50 para detectar enfermedades a tiempo
Cuáles son los controles que recomiendan los médicos después de los 50 para detectar enfermedades a tiempo

Chequeos funcionales y cognitivos

Evaluar la memoria y la movilidad ayuda a prevenir caídas y discapacidad. Los médicos sugieren pruebas simples cada año a partir de los 65 años.

Hábitos que marcan la diferencia

La alimentación equilibrada, el ejercicio regular y el buen descanso son esenciales. Evitar el tabaco y moderar el alcohol también reduce riesgos.

“El movimiento es vida”, afirman los especialistas de Mayo Clinic: las personas activas suelen necesitar menos medicación y tienen menos ingresos hospitalarios.

Dormir bien y controlar el estrés son igual de importantes. Además, los cuidadores cumplen un rol clave en la prevención y deben seguir guías oficiales para tomar decisiones informadas.

La mayoría de los cánceres detectados en controles preventivos se encuentran en etapas iniciales, lo que permite tratamientos menos invasivos y mejores resultados.