Hugo Solís fue uno de los tantos argentinos que emigró a Estados Unidos en la década del 60. Era cuando comenzaba a insinuarse ese proceso migratorio que hoy nos duele hasta los huesos.

En el país del norte Hugo conoció el negocio pizzero al estilo norteamericano: pizza barata y de comida al paso y llegó a tener alrededor de una docena de locales.

En los 80, impulsado vaya a saber por qué razones del azar, Hugo Solís regresó a la Argentina y decidió implementar el modelo norteamericano : pizza barata y de comida a paso y con cocina a la vista. Ver en acción al maestro pizzero fue muy disruptivo 40 años atrás. Hoy, es moneda corriente en cualquier pizzería o restaurante.