Juntala

Potenciá tu aguinaldo: opciones en dólares y en pesos

En julio llega el aguinaldo, y con él, la oportunidad de hacer algo más que gastarlo. Ya seas trabajador en relación de dependencia o independiente que quiere armar su propio "medio sueldo extra", este episodio te va a dar herramientas para sacarle el jugo.

Este mes, millones de trabajadores en relación de dependencia cobran el medio aguinaldo. Y aunque para muchos significa apenas un respiro, también puede convertirse en una oportunidad concreta para tomar mejores decisiones financieras.

En promedio, el aguinaldo ronda entre los $400.000 y $700.000, dependiendo del salario y el tiempo trabajado. En Argentina solo el 24% de la población logra ahorrar cada mes, por eso este ingreso extra puede funcionar como un pequeño giro.

Para muchas personas es un recreo financiero. Otros pagan deudas sin pensar o compran dólares sin tener un plan concreto. En un contexto de dólar calmo, incertidumbre a nivel internacional y todavía inflación por encima del 30% anual, usar bien ese capital puede marcar la diferencia.

Cinco rutas para usar el aguinaldo

En este episodio de Juntala se explican cinco caminos distintos según tu situación económica actual. Ninguna es mejor que otra, pero cada una tiene sentido según el momento que estés viviendo.

Si estás endeudado y llegás con lo justo a fin de mes, el aguinaldo puede servir para salir del rojo. Pagá primero las deudas más caras -como tarjetas de crédito o préstamos personales- y recuperá algo de aire. No es un gasto: es evitar que los intereses sigan comiéndose tu sueldo.

Si venís más ordenado pero sin ahorros, es clave usar ese dinero para construir un fondo de emergencia. Las letras del Tesoro que vencen entre octubre y noviembre rinden entre 2,8% y 2,9% mensual. También podés usar billeteras digitales que hoy pagan un 2,25% mensual. No da lo mismo tener o no tener un colchón.

Para quienes tienen objetivos concretos -vacaciones, mudanza, arreglos en casa-, el aguinaldo puede usarse como acelerador. Elegí inversiones de bajo riesgo y corto plazo: plazos fijos en dólares, letras o una obligación negociable que se ajuste a tus tiempos.

Si ya venís invirtiendo, este extra puede ser el empujón perfecto para ampliar tu portafolio. CEDEARs de empresas globales como Nvidia, Apple o Microsoft, ETFs que replican índices como el S&P 500 o el Nasdaq, bonos soberanos como el AL30 (que rinde un 12,7% anual en USD), o incluso ONs en dólares con tasas del 8 al 10% anual.

Y si tu perfil es más emprendedor, el aguinaldo puede transformarse en capital semilla: para un curso, una notebook, un primer stock o una idea que empiece a caminar. No es gasto, es inversión en vos.

El poder del primer paso

Para los más jóvenes, la clave es empezar. Invertir aunque sea poco, entender los instrumentos, y usar ese medio sueldo como una herramienta para construir libertad financiera desde temprano. Nadie necesita millones para arrancar. Lo que se necesita es decisión.

El aguinaldo no es un bono, ni un regalo de mitad de año. Es una parte de tu ingreso. Y en un país donde la economía aprieta, pensar antes de gastar puede ser el diferencial.

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