

En un contexto económico más estable que en años recientes, las empresas argentinas comienzan a recuperar prácticas que habían quedado en segundo plano, como la valoración del mérito en la gestión de talento. Sin embargo, los expertos coinciden en que no alcanza con reconocer el desempeño: la flexibilidad y la alineación con el propósito son factores decisivos para retener y motivar a los colaboradores.
Javier Tabakman, Partner y Latin America Career Leader de Mercer, explicó: "Este año suponemos que la inflación va a terminar en 27%; el año pasado cerró en 117% y 2023 fue de 211%. Si bien es una proyección alta a nivel global, es muy baja para los estándares argentinos de los últimos años. En este contexto, las empresas estamos cambiando la mentalidad y recuperando un concepto que se había perdido, que es el mérito".
Tabakman añadió que las compañías buscan "recuperar la idea de la meritocracia y reconocer que no es lo mismo hacer las cosas bien que hacerlas mal. Eso hay que valorarlo en la gestión de compensaciones y beneficios".
Julián Irigoin, profesor de comportamiento humano en IAE Business School, coincidió en que la flexibilidad y el propósito se volvieron centrales para los jóvenes. "El desempleo juvenil en la Argentina es alto, alrededor del 21%, comparado con el 14% de América latina. Esto demuestra que a los jóvenes les cuesta bastante conseguir empleo. Cuando se habla de lo que piden, como propósito o flexibilidad, es evidente que se modificó el contrato tradicional de trabajo", afirmó.
Alinear propósitos
Irigoin destacó que el propósito no se trata solo de los objetivos de la empresa. "Se pide que lo que haga la compañía no vaya en contradicción con los valores de cada candidato. Esto requiere un esfuerzo grande por parte de los líderes. Es evidente que las empresas tienen que entender que, aunque hagan todo bien, muchas personas van a querer cambiar de compañía. Hay que renovar el contrato y mantener a los colaboradores desafiados; si una empresa no es flexible y se queda anclada en lo que ofrece, es un problema", señaló.
Constanza de Elizalde, socia y fundadora de Elizalde Desarrollo de Talento, comentó que la pandemia marcó un antes y un después en las expectativas de los empleados. "El primer cambio fue la modalidad. Antes no se nos ocurría el trabajo híbrido y ahora es lo primero que preguntan los candidatos. Con respecto al propósito, buscan empresas que se hayan tomado el trabajo de pensarlo, no solo para maximizar ganancias económicas. Esto eleva la calidad del vínculo entre la empresa y el colaborador", afirmó.
De Elizalde agregó que los candidatos valoran también el bienestar y la coherencia de los líderes. "Buscan un equilibrio entre vida personal y laboral, no 'vivir trabajando'. Además, quieren que los líderes sean coherentes: 'me pedís algo, pero vos también cumplilo'", explicó.












