

El holding local Lequio es el nuevo dueño de casi la totalidad del grupo Mattievich, una empresa de servicios de faena de ganado, producción de cárnicos y subproductos ganaderos basada en Santa Fe. A pesar de que no trascendió el monto de la operación, luego de esta adquisición, el conglomerado liderado por los hermanos Leonardo y Federico Lequio se transformó en el frigorífico más grande del país.
"Como parte de nuestra estrategia de crecimiento y fortalecimiento en el mercado, Grupo Lequio ha concretado un acuerdo de integración con Grupo Mattievich, asumiendo el control operativo y estratégico de las operaciones conjuntas a partir de la fecha", confirmaron los hermanos en un comunicado.
Precisaron, además, que se quedaron con el 80% del paquete accionario. Esto incluye un frigorífico y una planta de procesamiento de subproductos en la localidad de Carcarañá, otros dos frigoríficos en Villa Gobernador Gálvez, uno en Casilda y otro en Arroyo Seco.
Quedaron afuera de la transacción los establecimientos ganaderos, ya que, según adelantó la empresa controlante, su foco estará puesto en una mejora de sus exportaciones. Así, el grupo Lequio asumirá también el liderazgo de las operaciones integradas, incluyendo la gestión administrativa, financiera y comercial.
Según trascendió, el grupo vendedor decidió abandonar el negocio cárnico por la avanzada edad de José Mattievich, el fundador de la empresa, así como también por discusiones intrafamiliares acerca de cómo seguiría el negocio de ese holding.
Previo a esta adquisición, Lequio operaba tres grandes plantas que, solo el año pasado, faenaron unas 370.000 cabezas bovinas. Se trata de los frigoríficos Alberdi y Carnes Pampeanas, con capacidades mensuales de faena de 12.000 y 14.000 cabezas, respectivamente, así como del Frigorífico Hughes (ex Black Bamboo), que puede procesar alrededor de 1200 toneladas por mes.
En tanto, antes de su venta, Mattievich tenía una capacidad de procesamiento de aproximadamente 45.000 cabezas de ganado por mes. Con la incorporación de las nuevas plantas, el grupo Lequio alcanzará una capacidad de faena superior a las 4000 cabezas diarias, lo que equivale a unas 120.000 mensuales.
La operación también incluyó el traspaso de más de 600 empleados a la estructura operativa de Grupo Lequio, que se sumarán a los 1600 que ya formaban parte de la compañía.
Tanto las plantas anteriores de Lequio, como las que recién se incorporan a su estructura, tienen habilitaciones para exportar a los mercados más exigentes del mundo. Entre ellos, los Estados Unidos, la Unión Europea, China, Corea del Sur, Israel y Canadá, entre otros 20 destinos más.
El mercado de la carne, al 'horno'
Este año empezó complicado para las empresas dedicadas a la industria cárnica y, sobre todo, para aquellas más ligadas al mercado externo. Es que, durante el primer trimestre de 2025 las exportaciones de carne bovina registraron una fuerte baja, con una caída del 28% en volumen y del 7,5% en valor si se compara con el mismo período del año pasado.
Tal como informó el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), se embarcaron 142.500 toneladas entre enero y marzo de 2025 por un valor total de u$s 694,4 millones. El año pasado ese número había rondado las 195.400 toneladas, lo que permitió el ingreso de u$s 735,7 millones.
Esta reducción del mercado es consecuencia de varios factores. Entre ellos, los altos costos en dólares para producir en la Argentina, la alta carga impositiva y las retenciones, que dificultan el panorama exportador, así como también el aumento de las importaciones de productos cárnicos que deriva de la política de estabilización de precios del Gobierno.
Según el relevamiento de la entidad, la materia prima y su tratamiento representan entre el 82% y el 85% del precio de venta de la carne. Se suman, luego, las retenciones del 6,75% que aplican a la mayor parte de los cortes, de manera que se reducen significativamente los márgenes de los frigoríficos exportadores.
Respecto a la importación, en lo que va de 2025, el ingreso de carne vacuna dio un salto de 2089% hasta alcanzar las 4927 toneladas, informó el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA). Esto también perjudica la actividad de los frigoríficos, pero, en este caso, dentro del mercado local.













