

Unos pocos meses en Buenos Aires le bastaron a Thane Kuhlman mitad estadounidense, mitad francés para ubicar a la capital argentina entre sus cinco ciudades favoritas del mundo. Como directivo de InterContinental Hotels Group (IHG) pasó por París, Maracaibo, México y San Francisco y desde octubre de este año es el gerente General del Hotel InterContinental de Buenos Aires, al que define como una "joya" de la cadena.
¿Cómo evolucionó el negocio durante este año?
Estamos bien. Sabemos que vamos a atavesar un año difícil, pero al mismo tiempo pensamos que no hay que dar dos pasos atrás para después, cuando las cosas mejoran, tomar solamente uno. Las tormentas son temporarias, entonces hay que aguantar. No sabemos si va a haber una tormenta, pero tenemos que empujar la calidad, el servicio, la actitud y diferenciarnos de la competencia.
¿Qué perspectivas tienen para el año próximo?
Estamos viendo una caída en la demanda del segmento de grupos, especialmente de negocios pero también de placer. La preocupación es la menor demanda de grupos que puedan ocupar gran cantidad de cuartos. Eso nos afectaría y todo el mundo va a estar luchando para obtener su parte del pastel. A los competidores los llamo a aguantar la tormenta, que potencialmente puede venir, y dejar el mercado sano para cuando las cosas mejoren.
¿Hay una caída en la llegada de turistas brasileños?
Se congeló un poco durante las elecciones. Pero vamos a juzgarlo basados en los números de diciembre, enero y febrero.
¿Las restricciones cambiarias afectan directamente al negocio hotelero?
No. Lo que nos impacta es que nosotros operamos estándares bastante rígidos para los 4700 hoteles del grupo en diferentes países y, a veces, tenemos que conseguir productos importados para estar alineados con esos estándares globales y no podemos. Pueden ser shampúes o lociones, por ejemplo. Tenemos que ser creativos y reemplazarlos por algo local. Al final de cuentas, el huésped que se hospeda en Londres espera lo mismo cuando se hospeda aquí. Tenemos que darle los mismos estándares porque tienen las mismas expectativas.
¿Cómo fue su experiencia de gerenciar dos hoteles en Venezuela?
Tenías que ser creativo todos los días y poner un énfasis sobre el servicio. Los hoteles eran un oasis a pesar de lo que estaba pasando fuera. Sigue siendo un destino complejo, pero la compañía tiene mucha fe en Venezuela para el futuro.
¿Qué tendencias observa en el sector hotelero?
En Buenos Aires, veo muy fuerte a los hoteles boutique. Nosotros no somos boutique, pero tratamos de diferenciar cada área, que tenga su propia identidad y una experiencia distinta.
¿La oferta hotelera de Buenos Aires está saturada o hay espacio para nuevos hoteles?
Hay mucha oferta, no solamente de cadenas de hoteles independientes grandes o de nuevos hoteles boutique, sino también de los apart-hotel o departamentos de alquiler. Eso tiene un impacto significativo sobre la hotelería. Hoy en día, las compañías buscan ser más eficientes y un departamento de alquiler para un ejecutivo es más barato.
¿Cómo ve el potencial de Argentina como destino turístico global?
Argentina tiene buena reputacion global y está dentro de los lugares que la gente quiere visitar. Lo veo con mucho potencial. Hay montañas, playas, viñedos. Se puede tener una excelente experiencia de ciudad y de cultura en Buenos Aires y al día siguiente estar haciendo rafting. Ir a una ópera en el Colón y después estar en Ushuaia. Los operadores y las agencias de viaje tienen que empujar eso. Mucha gente está orgullosa de decir yo he ido a Buenos Aires o a la Patagonia.
¿Qué le falta a la Argentina para ser un destino más atractivo para mercados extranjeros?
Ya es muy atractivo y hay una infraestructura bastante buena. Lo que falta es correr la voz. Es lo que tenemos que hacer nosotros, más marketing, más empuje.













