Desde noviembre pasado, cuando comenzó a regir el cepo cambiario de la AFIP, las operaciones inmobiliarias cayeron un 50%. Este indicador, si bien no provocó todavía una baja de precios, sí incidió en un mayor regateo, al punto que ahora se consiguen descuentos de hasta el 15%. Pero en la era previa a los controles, en el mercado del real estate local se respetaba a rajatabla el precio de lista y, a lo sumo, luego de mucho regatear se podía llegar a conseguir un descuento de no más del 2%. Ahora, hay empresarios que hasta evalúan aceptar la mitad de la operatoria en dólares y la otra mitad en pesos.

Un desarrollador que está construyendo tres torres de departamentos en el barrio de Villa Urquiza admitió que, por primera vez en la historia, está absorbiendo el aumento de costos de la construcción, que en enero subió 4,3% en relación a diciembre, mientras que la mano de obra trepó 7,2% en el mismo período, de acuerdo a los indicadores de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC).

Aparte de este congelamiento de precios, otorgan un descuento del 10% para el comprador que va con la perspectiva de negociar el precio. Por eso prefieren ocultar el nombre del emprendimiento, para no mostrar que están de promoción.

Al respecto, José Rozados, presidente de Reporte Inmobiliario, sostuvo que el mercado va a tener que flexibilizar las condiciones de venta, ya sea dando un descuento o aceptando parte de la operación en pesos. A su juicio, los que están mejor parados son quienes comercializan desarrollos al costo en pesos. En ese caso, el riesgo está minimizado en dos aspectos que son temas habituales de conflicto en el sector: por un lado, la moneda de cambio; por el otro, el aumento de costos, que se lo traslada al comprador de acuerdo al índice de suba de la construcción, indicó Rozados.

Desde su óptica, quienes corren con mayores ventajas son los departamentos de categoría premium, que poseen un rasgo de diferenciación, mientras los más rezagados son aquellas propiedades comoditizadas, que son muy parecidas unas a otras. El tema en conflicto reside en los contratos que se habían firmado a pagar en dólares o al tipo de cambio oficial del Banco Nación, cuando hoy el dólar que se maneja en el mercado del Real Estate es el blue, que cotiza a $ 4,70.

Néstor Walenten, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina y titular de Walenten Propiedades, señaló que los desarrolladores reciben pesos porque les vienen bien para pagar insumos, como cemento, ladrillo y cal, pero quien vende un departamento usado para comprar otro requiere de dólares. De todas formas, en un mercado que comienza a endurecerse se buscan las mejores formas de cristalizar los negocios, así que siempre existe un margen de negociación, agregó.

Por su parte, Maximiliano Boccacci, gerente de la sucursal de Belgrano de Tizado, reconoce una caída del 50% en la cantidad de operaciones. Pero no lo liga solamente al cepo cambiario, sino también a la sensación de incertidumbre que generó esta medida, que provocó que mucha gente que estaba a punto de comprar una propiedad y que ya tenía los dólares necesarios pospusiera la operación.

También agregó que los compradores hacen ofertas con porcentajes de descuentos mucho mayores que antes, que varias veces son aceptadas por los vendedores.