Neumáticos: nuevos bloqueos forzaron a paralizar la producción

El conflicto gremial que sufre la industria del neumático atraviesa su momento de máxima tensión. La producción de cubiertas, que había caído más del 50% desde que comenzó la disputa, hace cuatro meses, ya ingresó en zona crítica. Como consecuencia del paro por tiempo indeterminado que el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) lanzó el miércoles, con bloqueos y acampes en los accesos a las plantas, dos de las tres fábricas ya interrumpieron su actividad y una está al límite de bajar la palanca. Este viernes, una apagó la caldera y cerró su planta, otra paralizó su producción por falta de materia prima y la tercera está por hacer lo mismo por idéntica razón, advirtieron altas fuentes de la industria automotriz, principal comprador de las cubiertas que fabrican las tres empresas activas en el país: la nacional Fate, la japonesa Bridgestone y la italiana Pirelli. "Si paran, ninguno de nosotros tiene neumáticos para seguir fabricando más de una semana", alertó en las últimas horas el piloto de una terminal que lleva adelante uno de los más ambiciosos proyectos de inversión de la industria automotriz local. El Sutna mantiene una disputa con Fate, Bridgestone y Pirelli sobre la revisión de la paritaria 2021-2022, que venció el 30 de junio. El conflicto lleva ya cuatro meses y acumuló 33 audiencias sin avances. El sindicato rechazó la oferta de las empresas: un aumento del 66% -16 puntos por encima de lo pactado hace un año- y el pago de un bono para quienes trabajen fines de semana, con topes y sujeto a condiciones como presentismo. Para el gremio, el ajuste es insuficiente frente a la inflación -el Indec registró 64% entre julio de 2021 y junio de 2022- y es intransigente con el cobro al 200% -es decir, el triple- por horas trabajadas sábados y domingos. Tras sucesivos paros y bloqueos que escalaron en intensidad, el conflicto estalló el miércoles. El Sutna, encabezado por su secretario general, Alejandro Crespo interrumpió la audiencia que se desarrollaba en la Dirección Nacional de Relaciones Laborales y llamó a un paro general por tiempo indeterminado, al tiempo que se atrincheró en el cuarto piso de esa delegación. Su reacción, denunció, fue porque, dijo, las empresas y el Gobierno habían pretendido imponerle el cierre de la paritaria vencida y el inicio de una negociación por la actual, con un aumento del 38 por ciento. Fuentes del Ministerio de Trabajo lo negaron. Recordaron que el organismo no está legalmente facultado para cerrar o laudar en una paritaria. Así como los representantes de las empresas quedaron estupefactos por la reacción, desde despachos oficiales sugieren que el Sutna ya estaba decidido a patear el tablero. De hecho, el gremio había convocado a una movilización el jueves frente a la Casa de Gobierno, para que el Gobierno "asuma su responsabilidad en esta situación" (sic). "Mientras siga la toma, no se reanudará ninguna negociación", había advertido Trabajo el jueves, después del primer día de ocupación. Por seguridad, el organismo trasladó a todo su personal a su sede central, de Alem al 600. La toma incluyó acampes en Callao al 100 -al que el Sutna, además, convocó a sumarse otras organizaciones sociales- y frente a las tres plantas -Llavallol (Bridgestone), Merlo (Pirelli) y Fate (San Fernando)-, donde los bloqueos impidieron el ingreso y egreso, tanto de camiones como de operarios que no adhirieron a la medida. A última hora del jueves, Trabajo presentó una demanda judicial contra Alejandro Crespo, secretario general del Sutna, quien encabezó el atrincheramiento. Recayó en el juzgado federal de Daniel Rafecas, quien debe decidir si procede continuar con una acción penal. El viernes, la cartera que dirige Claudio Moroni -uno de los escasos sobrevivientes del gabinete original de Alberto Fernández- intimó a Crespo a concurrir a una nueva audiencia paritaria, convocada para el lunes a las 11 horas. Al mediodía, Crespo -referente del Polo Obrero- anunció que "se pasa la permanencia en el Ministerio y el acampe en la avenida Callao a la entrada de cada una de las fábricas, para repeler las provocaciones de las patronales en los portones y visibilizar el conflicto". "Llamamos a todos los trabajadores a manifestarse todo el fin de semana, garantizando la difusión de los paros hasta nuevo aviso y a asistir masivamente este lunes 26, a las 11 de la mañana, al Ministerio de Alem, donde se llevará adelante la audiencia paritaria", agregó. Las automotrices están en vilo. Las tres plantas abastecen a la mayoría de los vehículos que se fabrican en el país. Hasta ahora, sólo una planta frenó su actividad -la de pick-ups de Nissan y Renault, 48 horas, a mediados de junio- por falta de cubiertas. Pero todas trabajaron con una visibilidad máxima de 48 horas. Aceleraron producción, cuando tuvieron certezas de que dispondrían de cubiertas. O las sacaron de donde fuera: el propio stock de seguridad de su proveedor o, como ocurrió en las últimas semanas, "reimportando" neumáticos que se habían exportado para el mercado brasileño de reposición. "El sindicato fue hábil en que la producción nunca paró completamente. Los paros fueron parciales. Entonces, nunca se cortó el flujo", reconoció un ejecutivo del sector, que siguió el tema hasta la madrugada del jueves reunido con sus pares del neumático. Sin embargo, percibe que, ahora, las luces que titilan ya son rojas. Sobre todo, porque una de las terminales más inquieta en el seguimiento del conflicto en las últimas horas es una cuyo nivel de actividad define el nivel de producción y exportaciones de toda la industria.

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Juan Manuel Compte

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