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A pesar de que el panorama actual es un tanto desalentador -la mala percepción acerca de la situación económica continúa en valores máximos históricos (91%)- los empresarios pertenecientes a la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), se mostraron cautelosos pero optimistas respecto al futuro.
La última encuesta que realizó el Movimiento CREA reflejó que, si bien los empresarios agropecuarios continúan atravesando momentos difíciles, el 38% de los encuestados confía en un cambio de escenario para 2024.
Respecto a la situación económica y financiera de las empresas, el 65% de los consultados respondió que se encuentra peor respecto de un año atrás, aunque las expectativas de una recomposición en el próximo año también mejoraron en este caso.

No obstante, ante esta situación, el 52% de los encuestados determinó que es un mal momento para realizar inversiones, mientras que sólo un 21% consideró que el momento actual es bueno para invertir.
Los resultados de esta encuesta condicen con la de Expectativas de Ejecutivos, realizada por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
Este relevamiento arrojó que, si bien la visión negativa de los ejecutivos sobre el presente continúa -y se asemeja a los niveles obtenidos durante la pandemia, ya que nueve de cada 10 encuestados respondió que la situación económica actual está peor que hace 12 meses atrás-, el 48% de los ejecutivos que participaron del relevamiento tiene expectativas positivas para el futuro.
Los efectos de la sequía
A causa de la sequía que golpeó fuertemente al sector agropecuario -dejó una pérdida de u$s 20.000 millones-, el 43% de los empresarios CREA señaló que debió refinanciar deuda tomada para afrontar el capital de trabajo empleado en el ciclo 2022/23.
Así, el nivel promedio refinanciado se ubicó en torno al 16% del capital. En ambos casos se trata de las cifras más elevadas de la serie histórica. Los mayores problemas se registraron en el norte de la provincia de Buenos Aires, norte y centro de Santa Fe y Córdoba norte.
A su vez, un 36% de los encuestados no pudo determinar si contaba con saldos técnicos de IVA, mientras que el 28% de los que pudieron identificar esa situación, registran un saldo técnico promedio de $ 3836 por hectárea.
"El problema de los saldos técnicos de IVA, además de potenciarse en escenarios de aceleración inflacionaria, es que son regresivos porque perjudican a quienes realizaron una mayor inversión tecnológica (especialmente en el caso del maíz), a los que se encuentran en zonas más alejadas de los puertos y a quienes resultaron más afectados por el desastre climático", aclaró el comunicado que difundió CREA.
Para la próxima campaña gruesa, si bien en promedio el porcentaje del capital operativo por financiar se ubica en la media histórica, en algunas regiones -afectadas mayormente por el desastre climático- más del 60% de las empresas deben financiar más del 40% de los costos de implantación, lo que permite comparar con otros cultivos que ocupan el terreno en el mismo período del año.
Dólar agro y dólar maíz
"Las distorsiones comerciales implementadas en el ámbito comercial, como es el caso del denominado 'dólar agro',dificultan la normal comercialización de granos en un escenario en el cual las empresas, a causa del desastre climático, cuentan con una liquidez mucho menor a la planificada al inicio de la campaña 2022/23", sostuvo el comunicado.
A su vez, agregó que, si bien meses atrás se presentó la intención de mantener la superficie sembrada con cereales de invierno para disponer de una fuente de ingresos a fines de este año, la persistencia de la sequía en muchas regiones agrícolas impidió esa posibilidad.
Por esta razón, se complicaron aún más a las empresas afectadas: la proyección a julio indica una variación interanual negativa del 13% y 14% en la participación de cebada y trigo en la rotación respectivamente.
En el caso de los empresarios ganaderos, un 18% de los consultados manifestó que planea reducir la superficie productiva en el ciclo 2023/24, respecto del ejercicio anterior a causa de malas expectativas del negocio, inconvenientes climáticos y la necesidad de generar liquidez.
En tanto, el comunicado aclaró: "La reciente introducción del denominado 'dólar maíz', con el consiguiente y abrupto crecimiento del precio del cereal en el mercado argentino, introduce complicaciones en los sistemas que emplean este recurso para sostener altos niveles de productividad y paliar el déficit forrajero ocasionado por el desastre climático".













