Martín Boquete, director de Toribio Achával, participó del Real Estate Summit, un evento que organizaron El Cronista y la revista Apertura y comentó que "los bienes raíces ocupan un lugar real en la economía y en la mente de las personas de nuestro país. Se trata de un lugar de largo plazo, porque son productos que están siempre presente en la mente y en la memoria de las personas: los necesitamos para vivir, para invertir o para cuidar los ahorros". Y siguió: "Todo eso configura que, en la Argentina, el real estate no es un solo mercado, sino que son muchos".

A su vez, agregó: "los inmuebles se parecen a las personas. Tienen periodos estables, otros no tanto. Además, en el caso de la Argentina, los bienes raíces se parecen al país de cada momento y a la expectativa de lo que puede ser"

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Comentó, además, que todos los mercados tienen un comportamiento diferente. "No solo se distinguen en sus costos, sino en los precios de venta, así como también en el uso que le da cada uno al inmueble".

Sin embargo, develó que "todavía es barato comprar una propiedad en la Argentina". En este sentido, Boquete explicó: "Percibo un mercado argentino que recién empieza a vivir. La esencia del mercado inmobiliario argentino es la libertad". Y siguió: "Es de los pocos sectores en los que cada uno de los gobernantes trató regular y no pudo. El mercado siempre supo defenderse de regulaciones caprichosas. Hoy, si es verdad que vamos a ser un mercado sin limitaciones, es la panacea para el mercado inmobiliario".

Boquete explicó que, en un mercado sin regulaciones, "obviamente los precios tenderán al alza". Sin embargo, advirtió que "va a haber gente con ganas de financiar esa suba de precios. Imagino que una economía libre va a beneficiar el mercado inmobiliario porque, naturalmente, aparecerá el crédito, que es el elemento que les da volumen a los mercados".

A su vez, contó que, en los últimos años, cambió el perfil de personas que tiene la posibilidad de comprar un inmueble: "Antes era gente tradicional. Hoy, es sorprendente la cantidad de jóvenes emprendedores de entre 30 y 35 años que ya lograron un nivel de ahorro gracias a una actividad exitosa".

Así, describió: "Los chicos compran porque pueden. No piensan si lo van a usar un año o sólo algunos meses. Se deciden y lo ejecutan porque pueden. Después, en su momento, observarán si lo pueden vender a un mayor valor, pero no están apegados a la propiedad. Entran al mercado inmobiliario cuando ven que es una oportunidad".

Boquete develó que las propiedades más demandadas son aquellas que se ubican en las zonas céntricas de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, develó que, hoy, "no sólo cotizan como mercado para usuarios de Buenos Aires, sino también para inversores que no viven en la zona, pero que detectan un mercado fluido, transparente y con precios a la vista".