La tecnología no solo transforma mercados, también permite hacer negocios con propósito. Empresas y fondos de inversión están incorporando criterios de impacto social y ambiental en sus estrategias, demostrando que la innovación puede ir de la mano con la creación de valor significativo para la sociedad.

Alberto Esswein, CEO de PC Discount, participó de la Innovation Summit, organizada por El Cronista y revista Apertura la semana pasada, donde se reunieron los actores más importantes de la industria. Allí, explicó que su empresa "se dedica a darle una segunda vida útil a productos de tecnología. Hay compañías que utilizan equipos por no más de tres o cuatro años. Son productos corporativos que cumplen normas distintas a los de consumo. Esto permite que tengan un segundo propósito de vida, dentro de un enfoque de economía circular".

En ese sentido, destacó: "Una vez que compran equipos nuevos, es toda una problemática a dónde llevar el usado. Nosotros tenemos la estructura para darles salida a esos equipos, con trazabilidad, seguridad informática y un destino, que es lo más importante. El equipo vuelve al mercado, democratizando la problemática digital y cuidando el medioambiente".

Gaspar Habif, cofundador de Ato, señaló que el objetivo con el que nació la innovadora compañía liderada por dos jóvenes es "simplificar la tecnología al máximo para que los adultos mayores puedan utilizar tecnología de punta". La propuesta de valor de Ato es un dispositivo físico, similar a Alexa, pero pensado para ese segmento etario. "Tiene funciones conversacionales con IA, permite ejercitar la memoria y otras capacidades cognitivas. Vimos un segmento de gente generalmente olvidado en la introducción a la tecnología, y trabajamos para cambiarlo", dijo.

Por su parte, Gabriela Genovese, fundadora de Panambí Ventures, explicó que su fondo "invierte en startups de base científico-tecnológica, mayormente en etapas tempranas, en fundadores de América latina que pueden estar en cualquier parte del mundo. Somos un fondo específico de salud mental y longevidad, y nos definimos como un fondo de propósito. Más allá de la rentabilidad, nos interesa que las compañías resuelvan problemas que mejoren la calidad de vida de la mayor cantidad de personas posible".

Genovese agregó que "está cambiando la forma en que se hacen los negocios. Las relaciones 100% transaccionales cubren una parte de la realidad, pero resultan insuficientes para todas las industrias. El momento de los negocios está mutando hacia conversaciones más ligadas a ofrecer algo con sentido, más allá del dinero".