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La Argentina tiene una nueva posibilidad. Es que, la calidad del personal de salud y sus centros médicos es mundialmente reconocida y destacada. De hecho, es por esa razón que varias empresas deciden radicar sus investigaciones en el país.

Karina Méndez, directora de Acceso, Asuntos Públicos y Comunicaciones de MSD, aseguró que la Argentina tiene algo que no todos los países tienen: "Hay excelentes profesionales, así como también centros donde podemos desarrollarnos. Este año, MSD fue de las compañías que más estudios clínicos solicitó en la Anmat para aprobar. Actualmente, tenemos 110 estudios clínicos funcionando, en más de 300 centros ubicados en 14 provincias argentinas".

Por esta razón la posibilidad de crecimiento del país en esta materia es inmensa. "La Argentina tiene la posibilidad de incrementar la investigación clínica en el ámbito público. Esta trae muchísimos beneficios". A su vez, expuso que, cada año se invierten u$s 200.000 millones en investigación clínica en el mundo. El último año, en la Argentina, se invirtieron alrededor de u$s 400 millones.

En primer lugar, según enumeró la ejecutiva, les da la posibilidad a los argentinos de acceder a productos innovadores que podrían salvarles la vida. En segundo lugar, les permite a los profesionales de la salud la posibilidad de tener contacto directo con la innovación en el paciente.

Empleo de calidad

A su vez, descomprime al sistema de salud en cuanto a los costos, ya que el paciente que ingresa a un estudio clínico, independientemente del sistema de salud al que pertenezca, no paga nada. En cuarto lugar, trae empleo y de calidad, mientras que, en último lugar, es un motor de ingreso de divisas e inversión en la Argentina.

Por su parte, Laura Maffei, especialista en endocrinología y directora de Maffei Centro Médico e Investigación Clínica Aplicada, señaló: "El desarrollo de una nueva molécula o de un estudio que permita conocer más acerca de un diagnostico o de un material para diagnóstico, implica que, desde la casa matriz desde donde se va a realizar el estudio, se transfieran dólares genuinos, que, hoy, representan el 90% de la inversión de investigación y desarrollo".

En los últimos años, las investigaciones en esta materia aumentaron un 130%. "Es una genuina posibilidad de crecimiento desde el punto de vista numérico", indicó.

Así, resaltó que "la investigación clínica derrama en una entrada de dólares absoluta y concreta y, además, en un estímulo para la formación, para poder darles a los pacientes la posibilidad de acceder a tratamientos y a diagnósticos más tempranos. Es por eso que es un motor de desarrollo".

La especialista agregó que los tiempos son fundamentales para que la Argentina sea elegida como país para desarrollar un estudio clínico. "Confianza en nosotros como profesionales hay, sino Pfizer no hubiera elegido a Argentina para el desarrollo de su vacuna", cerró.