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La investigación clínica en salud tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes, así como también sobre el sistema sanitario. Esto es, debido a que los medicamentos innovadores generan un aumento en la expectativa de vida y reducen índices de mortalidad en diversas patologías.

Por esta razón y de acuerdo con la última encuesta sobre Investigación y Desarrollo (I+D) del Sector Empresario Argentino (ESID), las empresas dedicadas a investigación clínica en la Argentina invirtieron $ 41.134 millones en actividades de Investigación y Desarrollo durante 2021. Esta cifra representa un crecimiento del 130% si se tienen en cuenta los últimos cinco años, y, a su vez, indica un incremento del 86% respecto del año anterior.

De hecho, este monto representa el 44% de la inversión total en Investigación y Desarrollo de todo el sector empresario argentino, que fue de $ 93.557 millones.

"Argentina puede convertirse en un hub regional de investigación clínica. Nuestro país tiene la capacidad y buenos profesionales en un área sumamente valiosa para hacer avanzar la ciencia. La investigación clínica es esencial en el desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos. Además, produce un importante impacto económico en el país que se desarrolla, genera empleo calificado e ingreso de divisas", señaló Carlos Escobar Herrán, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME).

Los laboratorios de innovación farmacéutica nucleados en CAEME y la Cámara Argentina de Organizaciones de Investigación Clínica (CAOIC) concentran el 92% de la inversión en I+D clínica.

Qué efectos tienen sobre la sociedad

Este tipo de investigaciones traen como resultado diversos medicamentos innovadores que alivian o previenen el dolor, el deterioro funcional y la discapacidad. También reportan importantes ahorros para el sistema de salud público y privado, a medida que brindan beneficios para la sociedad en su conjunto al posibilitar una mejor salud y mayor bienestar.

La investigación clínica se enfoca principalmente en corroborar la eficacia, seguridad y calidad de los medicamentos, tratamientos y mecanismos de detección o prevención de enfermedades humanas.

"En los últimos años se tomaron medidas para que la Argentina pudiera ser más competitiva, sin embargo, aún existen espacios para crecer. Los datos relevados por la encuesta son muy relevantes porque ponen de relieve el esfuerzo de inversión realizado por nuestro sector y dimensionan el potencial de esta actividad,así como su impacto en materia de crecimiento y desarrollo para el país", sostuvo Escobar Herrán.

De acuerdo con datos que arrojó el relevamiento, casi todas las empresas han realizado sus actividades con fondos provistos por sus casas matrices internacionales. De ahí surge que el 93% de la I+D clínica durante 2021 fue financiada con recursos aportados por las propias compañías globales radicadas en el país.

Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, remarcó: "Esta encuesta releva un total de entre 1500 y 2000 empresas radicadas en nuestro país que invierten en I+D. Los datos demuestran que el aporte que realiza la industria farmacéutica de innovación es contundente y su crecimiento ha sido sostenido durante los últimos cinco años. En la Argentina tenemos talento y capacidad de innovación. Articular el esfuerzo privado con políticas públicas resulta fundamental para seguir promoviendo la inversión y el crecimiento de un sector clave para la ciencia".

Asimismo, el relevamiento también reveló que durante 2021 fueron 4187 las personas trabajaron en actividades de I+D clínica, lo que significa que el sector concentró el 20,7% del total de los recursos humanos dedicados a I+D. En 2017 ese porcentaje era de apenas el 13%.