

Durante el último tiempo se produjo una brecha entre aquellas compañías que supieron integrar la tecnología a sus procesos productivos y las que no lo hicieron aún. Una de las principales dificultades para dar el salto es la inversión.
"La tecnología llegó y afecta a todas las empresas y a todas las posiciones dentro de una organización. A pesar de que, en distintas magnitudes, esto va desde la empresa más chica que tiene tres empleados, hasta las grandes corporaciones", precisó Paula Pía Ariet, economista experta en mercado laboral y directora de Gestión Consultores.
Así, explicó que la brecha se generó como consecuencia de pensar un mundo analógico. "Hoy tenemos que pensar totalmente diferente. La transformación está en haber detectado que, haciendo una inversión no muy alta, pueden generar que las personas estén atendiendo las necesidades de sus colaboradores y no haciendo tareas repetitivas".
Y destacó: "La tecnología transformó la productividad y bajó los costos".
Así, ponderó el rol de los líderes de las áreas de Recursos Humanos: "Tenemos que generar esa transformación en los puestos de trabajo para que todos estén incorporados al nuevo mundo laboral que ya está entre nosotros y que no va a volver para atrás".













