La gestión es la base de la transformación

 La transición hacia una sociedad más inclusiva es parte viva de la agenda de las principales empresas del mercado. Natalia Kingsland, gerente de Talento, Cultura y Transformación de Santander Argentina, analizó las bases de un cambio que ya comenzó.

"Aunque hay valores que hablan de cómo se creó una organización, hoy la gestión es sumamente importante para la transformación que estamos viviendo a nivel mundial. En Santander lo vemos como un tema de agenda y apuntamos a una revisión interna para acompañar la transformación que se está viviendo".

Con respecto a estos nuevos desafíos agregó: "El trabajo principal es con los líderes porque hay que saber escuchar y entender más a nuestros clientes. La diversidad nos da el poder de amoldarnos más a las necesidades del consumidor, el principal aliado en todo proceso de cambio".

También analizó las claves que hoy maneja Santander en materia de transformación. "Si queremos cerrar la brecha, nos faltan 100 años más de modificaciones al ritmo que venimos. Es por eso que hoy tenemos una decisión sobre la agenda de género en la que buscamos acelerar junto con otros indicadores".

Y agregó: "Esto no se trata de una moda, sino de entender que una mejor diversidad te trae un mejor esquema de negocios. A medida que lo vamos internalizando, generamos conciencia a quienes menos claro lo tienen"

Con respecto a los que ven cierta lentitud a los cambios dijo que: "somos humanos que venimos construidos de alguna manera con una historia y esa historia no se cambia de un día para el otro. Es clave entender que la diversidad nos va a llevar mucho más lejos como sociedad y como compañías".

Kingsland también se refirió al concepto de líder como otro de los grandes ejes dentro de la transformación cultural dentro de las compañías. Algo dentro de lo que Santander viene trabajando hace varios años.

"Durante muchos años dentro del mundo organizacional, veíamos al concepto de liderazgo como un símbolo de status. Hay que hackear este rol para comprenderlo como un puesto con responsabilidades y que tiende a ser un liderazgo equitativo".

Y finalizó: "Esto puede ser muy doloroso para los líderes tradicionales, pero genera empoderamiento en el resto de la compañía. Al tener un mayor empoderamiento para la toma de decisiones, se multiplica la capacidad para resolver problemáticas de cara al cliente en las empresas".