

La industria hotelera no logra recuperarse. Hoy la ocupación en los alojamientos de lujo -de cuatro y cinco estrellas- no llega al 50% y se trata del peor número registrado pospandemia, según el informe del mercado hotelero que elabora Newmark, empresa de servicios inmobiliarias corporativos.
Según los datos del Indec, Argentina cuenta con 2889 establecimientos hoteleros al cierre del tercer trimestre de 2024, de los cuales 451 corresponden a las categorías 4 y 5 estrellas. Entre estos, 175 forman parte de cadenas hoteleras nacionales e internacionales, lo que equivale a un 38,8% del total de estas categorías.
Ahora bien, la ocupación de este tipo de hoteles, registra hasta septiembre 2024 un promedio del 49%. Por debajo de 2022 y 2023 cuando esos números fueron del 53 y 50% respectivamente. Sin embargo los números son superiores a los hoteles de uno, dos y tres estrellas donde el promedio de ocupación apenas alcanza el 35 por ciento.
El tipo de cambio es uno de los factores que desalientan el turismo internacional. Pero se suma además que muchos de los alojamientos tiene un déficit en su mobiliario. Faltan inversiones en el sector.

"Creo que los escenarios siempre presentan dificultades y oportunidades. Las inversiones hoteleras son a largo plazo por lo cual es fundamental que quien ingrese, tenga en claro el tipo de negocio al que está ingresando", explicó Roberto Amengual, presidente de Amérian, que ayudó en la elaboración del informe de Newmark.
La Ciudad de Buenos Aires, protagonista
La Ciudad de Buenos Aires concentra la mayor cantidad de hoteles 4 y 5 estrellas, con 103 establecimientos, reflejando su posición como un punto de referencia en el turismo de negocios y placer.
En contraste, Córdoba alberga 28 hoteles de estas categorías, con un desarrollo más moderado en este segmento.
En cuanto a la ocupación, Patagonia registró el índice más alto, con un 55,9%, favorecida por su atractivo como destino turístico.
Por su parte CABA alcanzó un 59,5%, destacándose por su recuperación en el turismo corporativo y su capacidad para mantener una demanda sostenida, sobre todo del turismo internacional













