Un gigante de Brasil fabrica el jean de grandes marcas e invierte $ 500 millones para ampliar su producción local
Santista, la empresa brasileña que sumó un socio argentino el año pasado, ahora tiene 22 telares de última generación. Es la segunda etapa de un plan de modernización a cinco años. El objetivo: ampliar un 20% su capacidad y exportar cuando el mercado sea competitivo
Santista, la empresa textil brasileña que el año pasado sumó a un socio local, comenzó la segunda etapa de un plan de inversión y modernización a cinco años de su planta de Famailla, en Tucumán, que implica un desembolso de u$s 15,5 millones hasta 2025.
"En 2020 la compañía realizó un business review y aprobó es plan a cinco años con el objetivo de en 2025 ser un empresa con la última tecnología", explicó a El Cronista Marcelo Arabolaza, gerente general de la textil.
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Así, en esta segunda etapa que implica el desembolso de $ 500 millones, la empresa sumará 22 telares de última generación a los 30 comprados en 2021 con una inversión de u$s 4 millones.
Con la nueva tecnología, la empresa, que facturó en 2021 $ 7500 millones, tiene como meta ampliar su capacidad en un 20% y pasar de 2/2,5 millones de metros mensuales a 3 millones de metros por mes.
De esta forma podrán sustituir importaciones y estar preparados para, en contextos más competitivos, volver a exportar.
"Hoy por hoy no la estamos haciendo pero lo hicimos tanto a Europa como a otros países de América latina", señala Arabolaza. Y agrega: "Hoy se exporta desde Brasil pero lo podríamos hacer desde la Argentina".
Con 95 años en el mercado local, Santista es una empresa que produce de manera integrada, desde el algodón hasta la tela. Con las nuevas inversiones el objetivo es mejorar, primero, el proceso de tejeduría y luego el de acabado. "La nueva tecnología nos asegura el potencial para hacer productos más sofisticados", detalla Arabolaza, quien explica que los nuevos telares Toyota de última generación además de duplicar la velocidad de producción permite trabajar con telas más anchas, de 2,40 metros.
Los telares atenderán los dos negocios que tiene la firma y que comparten el mix de facturación en un 50/50: moda o jeanwear -producción de denim y gabardina- y work wear con las marcas Ombú y Grafa.
Cómo es el negocio de la textil
En el negocio del denim Santista tiene el 25% del mercado. "Atendemos a las principales marcas como Kosiuko, Akiabara, Wanama y nos estamos preparando para crecer", explica el número uno.
A la vez, trabajan con confeccionistas que son los que confeccionan para marcas y con distribuidores.
En el caso del work wear, la firma es líder del mercado con el 45% del market share. "Trabajamos con sistema muy original", señala Arabolaza. Y explica: "Tenemos una red de siete ombueros, licenciatarios nuestros, que son quienes participan de las licitaciones de las grandes empresas y confeccionan la indumentaria. A la vez, Santista proporciona lo que llamamos 'Garantía Total' que garantiza la tela y la confección y asesoramos a las compañías con el tipo de tela y confección que necesitan".
De los $ 500 millones que implican la segunda etapa, el 70% será financiada por el Banco Nación. "Con la entrada de los hermanos Muia con años en el sector se nos abrieron muchas alternativas de financiamiento, entre ellas, la del Banco Nación que apoya mucho a las economías regionales", señala el ejecutivo de la empresa que emplea a 950 personas.
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