El dulce de leche San Ignacio crece en el exterior: en qué exóticos países se venderá
San Ignacio, la principal empresa exportadora nacional de este tradicional dulce argentino, suma ventas a más destinos. En los primeros ocho meses del año, exportó casi 80 toneladas mensuales. En dónde desembarcará
El dulce de leche, que hoy festeja su Día Internacional, vive un boom de consumo y abre oportunidades de negocio no solo en la Argentina, sino también en rincones exóticos del mundo, atraídos por la idea de probar un sabor diferente. San Ignacio, la principal exportadora nacional de este tradicional alimento argentino, lleva su producto estrella a más países: desembarcará en nuevos mercados, como la India y China, ampliando así sus ventas en el exterior.
Pese a ser un típico producto local reconocido como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico Nacional, tiene su Día Internacional, que se celebra cada 11 de octubre desde 1998 como un símbolo de la gastronomía argentina a nivel global. Los argentinos consumen, en promedio, tres kilos anuales per cápita y se trata del cuarto lácteo más elegido, luego de la leche, el queso y el yogurt.
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Más del 40% de la elaboración está a cargo de pymes bonaerenses, que fabrican alrededor de 130.000 toneladas por año, según datos del sector. En 2021, el país exportó 4079 toneladas y registró un incremento del 19% respecto de 2020, mientras que entre enero y agosto los despachos subieron un 4% respecto a igual período en 2021.
En ese escenario, el dulce de leche San Ignacio es uno de los más representativos y ocupa un rol clave en el comercio internacional: la compañía santafesina es la principal exportadora del rubro y la responsable de llevar, año tras año, este ícono argentino a más góndolas de América, Europa, Asia y Oceanía. Sus exportaciones representan cerca del 15% del total de sus ventas.
El dulce de leche de San Ignacio llega a más países
Con la idea de conquistar a más paladares ajenos a este dulce, San Ignacio se prepara para comenzar a exportar a dos gigantes asiáticos: la India y China. Este año, logró llegar a Francia y Portugal, además de aumentar sus embarques a los Estados Unidos y Japón, mercados a los que arribó recientemente con su receta original de 1939, que se elabora a base de leche fluida de vaca, azúcar, glucosa y bicarbonato de sodio.
"Además de China, ya estamos trabajando para ingresar pronto en India, lo que representará un crecimiento importante para nuestras exportaciones. En lo que respecta a mercados de alto poder adquisitivo, tenemos como ejemplo a Portugal y Francia, que no son los más destacados en volumen, pero cuentan con consumidores que pueden acceder a productos de alta calidad como nuestro dulce de leche", afirmó Fernando Rodríguez Morón, gerente de Comercio Exterior de San Ignacio.
En ese sentido, el ejecutivo aseguró que el objetivo es ser 'la' marca de este producto en el mundo: que cuando se hable de él, sea de San Ignacio. "El hecho de ser el exportador número uno de la Argentina demuestra que estamos yendo en la dirección correcta en cuanto a la incorporación de clientes y mercados. Apuntamos a ampliar el volumen y los destinos donde el producto pueda ser bien recibido por los consumidores, por el posicionamiento que queremos darle como premium", destacó.
Además de los países mencionados, la empresa ya comercializa su dulce de leche en otros 12: Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Canadá, España, Italia, Nueva Zelanda, Filipinas, Kuwait e Israel. Chile es el principal comprador de dulce de leche argentino y también el primer cliente extranjero en términos de volumen de ventas para San Ignacio.
"Le siguen Brasil, los Estados Unidos y Canadá, en orden de relevancia. En la Unión Europea, el principal mercado es España. En 2018, llegamos por primera vez a Japón, el más exigente en lo que hace a productos alimenticios. Marcó un hito y consagró el esfuerzo de casi dos años de desarrollo. Desde entonces, los envíos a este y otros destinos no solo se mantienen, sino que aumentan", explicó Alejandro Reca, director financiero de San Ignacio.
Así, con su llegada a más países, la firma apunta a seguir ampliando sus operaciones. Mientras que en 2021 exportó 72 toneladas por mes en promedio, cerró los primeros ocho meses de 2022 con envíos por casi 80 toneladas mensuales, un 10% adicional respecto del mismo período del año pasado, teniendo en cuenta todas las formulaciones -familiar, repostero y heladero- y sus respectivas presentaciones. De esta manera, busca consolidar el crecimiento sostenido que experimenta desde que cambió de manos.
Junto a su socio Alejandro Bertin, Reca le compró la empresa en 2013 a sus ex dueños franceses Laiteries Hubert Triballat. Así, la compañía, con 85 años de trayectoria y dos plantas de fabricación en Sauce Viejo e Hipatia (Santa Fe), volvió a estar en manos de capitales argentinos. Los socios se hicieron cargo de la firma cuando tenía menos de 90 empleados. Ahora cuentan con una plantilla de más de 130.
Los directivos siguen pensando en crecer, de la mano de un equipo que se profesionalizó de forma significativa en estos nueve años. La firma facturó $ 3300 millones en 2021 y espera terminar 2022 con ingresos por $ 5100 millones, pese a la suba de los costos, la caída del consumo interno y las trabas a las importaciones.
Con la pandemia, la demanda se concentró en el canal doméstico, por el mayor tiempo en el hogar debido al encierro, y bajó en el segmento profesional a causa de las restricciones. Con la reanudación de la actividad comercial, el segmento ya se recuperó. Gracias a la velocidad de adaptación, San Ignacio logró un buen nivel de actividad. "En el complejo entorno de negocios que nos toca vivir, pensamos en innovar y explorar alternativas", concluyeron desde la firma.