Con una macro que aún convive con tensiones pero muestra signos de estabilización, las empresas basadas en la Argentina están ajustando sus modelos de gestión para planificar más allá del corto plazo. Innovación, digitalización, adaptación sectorial y liderazgo son algunos de los pilares que empiezan a marcar su hoja de ruta hacia 2026. Ese fue uno de los ejes que se llevó adelante en el Encuentro de Líderes, un evento que organizaron El Cronista y revista Apertura este miércoles en La Rural.

Allí, Antonio Marín, vicerrector y director de la Escuela de Negocios de UCEMA, sostuvo que el contexto obliga a pensar estratégicamente. “Con la resiliencia macroeconómica que podemos tener, necesitamos empezar a tener una visión a largo plazo. Apostamos por la innovación y la digitalización”, afirmó.

Su mirada también incluyó un llamado a incorporar nuevas herramientas como la inteligencia artificial, con una mirada “ética y sostenible de los negocios que sean rentables en el largo plazo”, dijo.

En el caso del consumo masivo, la visión estratégica parte de la necesidad de responder rápido a un mercado cambiante. Así lo planteó Facundo Mendizábal, presidente y dueño de Grupo Mendizábal, compañía que introdujo la marca Stanley en la Argentina.

“El comercio a nivel local e internacional está pasando por una transformación enorme. Hay que tener flexibilidad para cambiar e ir corrigiendo rápido”, indicó, e hizo hincapié sobre la importancia de la adaptación local. “En la Argentina, el termo y el mate de Stanley que hemos creado para el país siguen siendo nuestros productos insignia. Hoy todas las marcas están buscando eso, adaptarse localmente”, sostuvo.

El ejecutivo adelantó que la compañía ya tiene previstas aperturas para el año próximo y avanza en el desarrollo de nuevas marcas.

La lectura de una economía menos volátil también fue destacada por María Inés Del Gener, CEO de Deloitte Cono Sur, quien planteó que, pese a que 2025 obligó a extender más de lo previsto la estrategia de “wait and see”, una macroeconomía más estable empieza a abrir la posibilidad de planificar con un horizonte a largo plazo.

Según Del Gener, el nivel de preparación de cada compañía es un factor decisivo para 2026. “Las empresas más preparadas son aquellas que no transitaron el año esperando a ver cómo se desenvolvía la situación. Hoy esas compañías tienen una ventaja competitiva”, remarcó. Y señaló que el desafío ya no es la incertidumbre, sino la ejecución: “Ahora hay que buscar hacer las cosas distintas. Hoy Argentina tiene otra vez una posibilidad porque estamos nuevamente en la vidriera del mundo”.

La experiencia de Kopelco -la empresa detrás de Tulipán- refleja cómo la estrategia también pasa por ajustar estructuras productivas. “A lo largo de estos 40 años fuimos transitando un montón de instancias. Hoy tenemos calidad internacional a un precio accesible; esa es nuestra bandera. Queremos que sea fácil cuidarse, no un lujo”, afirmó Victoria Kopelowicz, directora de la compañía.

Kopelowicz explicó que la estructura productiva actual de la empresa combina fabricación local con importación. Ese esquema, sumado a mejoras operativas, les permitió crecer un 20% en volumen de venta en 2025.

La compañía exporta a Uruguay y Bolivia, y continúa buscando nuevos mercados, aunque reconoció las dificultades actuales para mantenerse competitivos. Sin embargo, la innovación sigue siendo un eje para la empresa: “En Tulipán estamos acostumbrados a trabajar de forma creativa. Hay que estar constantemente innovando para traer nuevas cosas”, sostuvo.