

Poco menos de una semana después de informar pérdidas en su último ejercicio por más de $ 133.303 millones (alrededor de u$s 97 millones), a lo que se sumó una caída del 44% en su facturación por la contracción del mercado interno, costos altos y bajo rendimiento de sus exportaciones, Celulosa Argentina se presentó en concurso preventivo.
La empresa, controlada por Grupo Tapebicuá, informó esta decisión este lunes en una carta que envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV). "En virtud de las acuciantes y complejas circunstancias que afectan a la sociedad, y considerando la imperiosa necesidad de adoptar medidas que permitan preservar la continuidad de la empresa, el directorio -por unanimidad- aprueba la presentación de la sociedad en concurso preventivo", indica el escrito.
La semana pasada Celulosa presentó el balance correspondiente a su último ejercicio, en el que calificó su crítica situación financiera como "totalmente atípica e inesperada", dados los resultados que había tenido la compañía en los periodos anteriores. Esta realidad, expuso la compañía, la colocó en "causal de disolución" conforme a la Ley General de Sociedades, lo que pone en riesgo su continuidad como negocio, a menos que logre revertir esta situación.
Por eso, la empresa controlada en su mayoría por el grupo Tapebicuá, del empresario americano Douglas Albretch, los ejecutivos locales José Urtubey (hermano del ex gobernador de Salta) y Juan Collado, están activamente en busca de nuevos socios o inversores que contribuyan a recomponer el capital de trabajo, "así como cualquier otra herramienta legal que coadyuve a preservar la continuidad de la sociedad, la integridad de sus activos, y la estabilidad de sus fuentes laborales", indicó la empresa en la presentación de sus resultados.
Resultados financieros críticos
Entre las causas que enumeró la empresa, destacó una demanda local extremadamente débil en los sectores de la economía vinculados al consumo, a la vez que resaltó que la compañía sufrió una significativa caída en sus ventas, fundamentalmente en el último semestre, que llegó al orden del 52% si se compara con lo logrado en el mismo semestre del ejercicio anterior.
Sumó, además, que los costos de la operación "aumentaron en forma significativa, en especial si se miden en dólares, y no han podido ser trasladados a precios debido a la falta de demanda y a la amenaza de la importación. Por el contrario, los precios debieron ser reducidos durante el ejercicio. Ello ha provocado una importante reducción de los niveles de rentabilidad bruta y operativa que alcanzaron el -17% y -31%, respectivamente".
La principal papelera de la Argentina, que cayó en default en mayo de este año, atraviesa una profunda crisis financiera desde mediados de 2024. Su delicada situación se debe, según precisó en distintas comunicaciones al ente regulador local (CNV), a un complejo contexto macroeconómico, sumado a factores externos de la industria que afectaron de lleno su desempeño.
A fines de julio, la empresa informó que se vio obligada a suspender la actividad en sus plantas de Capitán Bermúdez y Zárate mientras buscaba renegociar una deuda que ronda los u$s 128 millones.
El plan de la compañía era readecuar su estructura de capital a la capacidad real del negocio, mientras buscaba conseguir la extensión de los plazos de vencimiento de sus obligaciones financieras para poder garantizar la continuidad de sus operaciones y seguir abasteciendo al mercado local. Con este fin, el grupo Tapebicuá inyectó u$s 76 millones en los últimos meses del ejercicio, aunque la empresa reconoció que esos aportes "no fueron suficientes para hacer frente a las obligaciones financieras y operativas de la sociedad".
El factor Los Grobo y la presión del FMI
Uno de los puntos que destacó la compañía en su descargo fue el impacto de eventos externos en la salud financiera de Celulosa. "En marzo de 2025 se produjo un marcado incremento de la percepción de riesgo sistémico en el mercado financiero por eventos como el concurso preventivo de la firma Los Grobo y el default de Red Surcos, en un principio, y luego la incertidumbre que se generó con relación a los tiempos y el contenido del acuerdo de facilidades con el Fondo Monetario Internacional, dadas sus posibles consecuencias para la política cambiaria y monetaria", explica el documento.
Este contexto, puntualizó la firma, generó que la mayoría de los acreedores de corto plazo aceleraran la cancelación de sus posiciones, lo que provocó una presión creciente sobre la caja y la estructura financiera de Celulosa.
Actualmente, Los Grobo y su controlada Agrofina están en medio de su concurso preventivo. Las dos empresas, que se declararon en default en diciembre del año pasado, tienen una deuda consolidada de u$s 390 millones, de los cuales u$s 207 millones corresponden a la primera de ellas y el resto a su compañía de fertilizantes e insumos para el agro.












