

La Argentina no descansa. Mientras lentamente se diluye el orgullo del subcampeonato en el Mundial de Brasil, el dólar parece retomar la memoria y comienza su paso ascendente; los buitres sobrevuelan el default y el vicepresidente Boudou podría ir a juicio político.
Pero hay una parte de la sociedad a la cual estos temas parecen no importar y que a partir de hoy comenzará a decidir sobre aquella otra parte a la que sí le interesa. Es que este fin de semana comienzan las vacaciones de invierno en la Ciudad y gran parte de los distritos del país, por lo cual los niños se convierten en el blanco de las estrategias de marketing. Y esto se observa claramente en las marquesinas de la avenida Corrientes, en donde se mezclan las gigantografias de Suar, Francella y Flavio Mendoza con las de Topa Panam y Piñón Fijo.
El problema es que, aunque los más chicos no quieran, los problemas de la Argentina están presente en las boleterías. Las entradas de los espectáculos infantiles se incrementaron hasta 28% para esta temporada. Es decir, una salida al teatro para una familia tipo dos menores y dos adultos, comprando los tickets más caros de los espectáculos que llegan a $ 380, sumado a dejar el automóvil en un estacionamiento, cenar en alguna de las tradicionales pizzerías de la avenida o en algún local de comida rápida, puede insumir algo más de 2.000 pesos.
Obviamente que la cifra se puede reducir si se el interés de los niños pasa por opciones no tan onerosas.
Un relevamiento realizado por El Cronista por las boleterías de la zona en donde se concentran la mayor cantidad de espectáculos para chicos de la Argentina muestra que los precios arrancan en los $ 90 para las opciones más accesibles y terminan en los $ 380.
Las entradas no aumentaron tanto como otras cosas de la vida cotidiana, como por ejemplo el supermercado, pero en general el promedio de suba es de 15% explicaron desde la boletería de una de las salas más importantes de la avenida Corrientes.
Lo que se encareció es el servicio de las ticketeras más que el de las entradas, agregaron en otra sala.
Lo llamativo de este incremento está en que las entradas más baratas son las que cargan el peso del aumento. El año pasado el ticket más barato de los espectáculos de la Avenida Corrientes estaba en el orden de los $ 70, mientras que este año subió a $ 90, marcando un incremento de 28,5%. Mientras que en la otra punta de la lista, la de los lugares más exclusivos, los tickets pasaron de $ 350 en invierno de 2013 a $ 380 este año, apenas 8,5 por ciento.
Pero mientras las salas están terminando los ajustes para arrancar con todo las vacaciones de invierno, en las boleterías se quejan de que en el país no hay un criterio uniforme en las fechas de las vacaciones, por lo que mientras algunos definen si irán a ver a Piñón Fijo o a Topa, otros preparan la mochila para volver a clases. Ocurre que las provincias de Córdoba, La Rioja, Neuquén, Río Negro, San Juan, Santa Fe, Salta y Tucumán iniciaron su receso escolar el 7 de julio y culminan, 18 de julio. Esta diferencia de fechas deja mucha gente afuera de los teatros.
Una gran cantidad de turistas que llegaron del interior no tenían fecha para ver las obras, los que nos hizo perder dinero, explicaron desde uno de los emblemáticos teatros de la calle Corrientes.
Este año se va a trabajar para los chicos de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires principalmente, porque los distritos más importantes ya volvieron a las aulas, agregaron.













