

Eduardo Costantini, al frente de Consultatio y uno de los referentes del empresariado argentino, se metió en la disputa que se abrió entre shock y gradualismo que hoy enfrenta a Mauricio Macri (candidato a la presidencia por Cambiemos) y Daniel Scioli (FpV). Sostiene que un golpe de efecto fuerte sería mucho mejor visto "por el mercado", respecto de una política de "cambios lentos", y al mismo tiempo afirma que es "muy difícil" prever hoy cuál será el precio del dólar cuando asuma el nuevo Gobierno.
"Hoy estamos sin dudas en un momento de transición como consecuencia de las elecciones, pero el mercado ya da por descontado un triunfo de Macri. Si así fuera se consolidarían las ganancias que vimos durante las últimas jornadas tanto en acciones como en bonos, aunque tal vez en una menor proporción. En general, los mercados reaccionan en forma positiva porque prefieren una política de centro-derecha", destacó el empresario.
¿Esto también podría atraer inversores?
A la Argentina le queda un solo camino que es recurrir a los inversores internacionales. La Argentina precisa dólares y no se puede dudar de esto; es muy necesario acercarse y llegar a una resolución con los acreedores internacionales, con los fondos buitres. Así se lograría una mejor posición financiera.
¿Considera que existe la posibilidad de no llevar adelante esta negociación?
Cualquiera negociaría con los acreedores, incluso Scioli. La Argentina tiene un bajo nivel de reservas y precisa abrirse al sector externo para cumplir con varias de las necesidades que tiene. Es prácticamente una obligación para ambos.
¿El mercado se sentiría más cercano a una política de shock o de gradualismo?
Si se aplica demasiado gradualismo se puede la oportunidad de bajar expectativas. La medida que se tome deberá ser lo menos gradual posible; deben ser medidas importantes. El gradualismo no sirve, es necesario un shock. Pero también será importante el programa económico que se presente, que se lo considere consistente.
¿Qué valor cree que alcanzará el dólar en una primera etapa?
Es muy difícil determinar esto hoy, pero se podría estimar entre los $ 12 y los $ 13, es decir por debajo del dólar paralelo actual. Pero se trata de un dato clave ya que, por un lado, hay muchas importaciones demoradas que habrá que pagar. Y por el otro hay granos que se encuentran retenidos y ese es dinero que deberá ingresar. La gente hoy compra pasajes a un dólar subvaluado y en 18 cuotas, lo que le representa al BCRA pérdida de reservas en un momento delicado en este sentido.
¿Preocupa la inflación?
Sí, claro, yo sobre todo porque en esos momentos la gente comienza a ahorrar en dólares porque es la moneda de referencia. Esto juega en contra del país y es lo que nos viene ocurriendo los últimos tres años.
Otro de los temas que está en discusión es la adecuación de las tarifas de servicios públicos
Se deben rever, hoy no está bien distribuido. A nosotros, por ejemplo, nos afecta porque las empresas no tienen un peso para realizar las obras que deberían y en los lugares en los que construimos nos tenemos que hacer cargos de hacer esos trabajos. Plantas potabilizadoras, caños rectores de gas, tendidos eléctricos... En Catalinas esperamos hace cinco meses que Edesur nos de electricidad para la obra que llevamos adelante. Cualquiera que asuma deberá hacer algo al respecto. Tendrá un costo político, pero habrá que asumirlo.
¿El mercado inmobiliario también está expectante?
Todo está dentro del mismo contexto de transición. Si hay un plan consistente, habrá un buen comportamiento del mercado y una mayor decisión de compra. Pero dependemos de la macro, no podemos hacer magia.














