Van Gogh, la locomotora que abrió paso a todos los récords en el mercado del arte

En 1987 en Londres, con la venta de una de sus obras, el sector comenzó su bonanza. Ya dura 30 años y ha llevado a las obras de arte a valores jamás imaginados

Vincent Van Gogh sólo pintó durante diez años de su vida y realizó 900 pinturas, la mayoría se encuentran en museos y solamente unas 200 están en manos privadas. Todos queremos tener un Van Gogh, pero debemos tener tan sólo reproducciones.

El 30 de marzo de 1987 en Londres, con la venta de una de sus obras, fue que el mercado de arte comenzó su bonanza. Ya dura 30 años y ha llevado a las obras de arte a valores jamás imaginados por nadie.

En vida de Vincent, sólo se vendió una obra y en 400 francos, que era lo que costaba un buen marco dorado a la hoja. Curiosamente su hermano Theo, quien fue su sostén durante toda su vida y trabajó en la gran galería de arte llamada Goupil, no logró vender sus obras.

En 1980 Amalia Lacroze de Fortabat compra, en 7 millones de dólares, el Turner que se encuentra en su colección en Puerto Madero y se convierte en la obras más cara de la historia, un año después, el armador griego Niarchos compra un Manet "La rue Mosnier" en u$s 11 millones, así que cuando en marzo de 1987 se ofrecen uno de los "Girasoles" de Van Gogh, que estaban expuestos desde hacía 28 años en la National Gallery de Londres, se esperaban 16 millones y que fuera la obra más cara jamas vendida, pero hubo gran puja y se pagaron u$s 39,9 millones (87 de hoy), el comprador fue una empresa de seguros japonesa Yasuda, que devolvió a Japón algo que la guerra le había quitado en uno de los bombardeos, la obra "Girasoles", es una de las siete versiones que había realizado el holandés para decorar la habitación de la "Casa Amarilla de Arles" donde viviría su invitado Paul Gauguin, esta obra se había quemado y desaparecido. Brillante fue la compra ya que con esa acción la empresa de seguros creció en forma inmediata en su volumen de negocios, gracias a la publicidad de su generoso accionar. A los ocho meses apareció otra obra en venta "Los Lirios" que fue comprada en u$s 52,9 millones (u$s 116 de hoy) por el empresario cervecero australiano Alan Bond, quien con problemas financieros nunca pudo pagar la obra aunque Sothebys le financió el 50%.

Luego de un tiempo de mora, el Museo Getty de Pasadena se quedó con la obra en una suma que no conocemos. Tres años después en Christies se ofreció el "Retrato del Dr. Gachet" que atendía a Van Gogh y un nuevo comprador japonés lo adquirió en u$s 82,5 millones (u$s 157 de hoy). El señor Saito declaró un tiempo después que deseaba que cuando muriera fuera incinerado junto a la obra. Creemos que no fue así, pero muerto Saito, no sabemos quien tiene la obra.

Un lindísimo y pequeño "Autorretrato" (41x32 cm) creemos que fue comprado por Niarchos y hoy está en préstamo en el museo de Basilea, costó u$s 65 millones (u$s 100 de hoy) y superó en mucho lo estimado en el año 1998.

Las últimas ventas han sido dos obras con el tema de flores que se han pagado u$s 55 millones y fueron comprados por un empresario chino y dos paisajes en u$s 72 y u$s 59 millones que pensamos también que se han ido a Asia.

También hay varias operaciones privadas en grandes sumas. Amalita Fortabat compró un paisaje lindísimo en u$s 10 millones y años después apareció alguien comprándoselo en u$s 50 millones. Sin duda el caso de Van Gogh, quien vivió en la miseria, enloqueció y se suicidó. Es un drama difícil de soportar al ver que pasa hoy con los precios de sus obras. Curiosamente la que logró hacerlo conocer fue su cuñada, la mujer de Theo, quien luego de la muerte de los dos hermanos catalogó e hizo conocer su obra con muestras en Museos y Galerías.

El artista amerita un viaje a Holanda para conocer dos museos donde están la mayoría de sus obras, en el Museo Van Gogh en Amsterdam hay más de 200 pinturas y a una hora, en el Museo Kröller-Müller, un centenar de ellas en un bellísimo lugar con un parque de esculturas único.

En Buenos Aires está una de sus mayores obras, "El Zuavo" en una colección privada y el Molino de Montmartre en el Museo Nacional de Bellas Artes.

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