SUBIÓ 4 LUGARES RESPECTO A 2016

La Argentina se trepó al podio regional de los emprendedores

Las condiciones para crear empresas de impacto mejoraron por la importancia de los emprendedores en la agenda del gobierno según un ránking internacional

Según el Indice de Condiciones Sistémicas para la Creación de Empresas Dinámicas (Icsed), la Argentina se ubicó en el tercer lugar detrás de Chile y Brasil en cuanto al ambiente favorable para el surgimiento de emprendimientos de impacto en la creación de valor y empleos, y en el puesto 39´ a nivel global. Esto implicó un salto respecto a 2016, cuando el país se ubicó en el puesto 7´ del ránking latinoamericano.

El reporte, elaborado por el Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem) de la Universidad de General Sarmiento, mide una serie de indicadores como cultura emprendedora, acceso al financiamiento y existencia de programas de apoyo e incubadoras para empresas nacientes.

Esta mejora podría explicarse por "un cambio en la percepción de la importancia que tiene el emprendedorismo en la agenda del nuevo gobierno", apuntó Hugo Kantis, docente de la Maestría en Economía y Desarrollo Empresarial y director del Prodem en la Universidad General Sarmiento.

"Iniciativas como la Ley Pyme y la Ley del Emprendedor, facilitan la creación y el desarrollo de nuevas empresas", comentó Kantis.

Comparada con sus vecinos de la región, Argentina mantiene el liderazgo en condiciones sociales y educativas y en su sistema científico tecnológico, debido a su buen nivel de desarrollo humano e importante proporción de clase media (46% de la población total). Sin embargo, se encuentra rezagada en "acceso al financiamiento", rubro en el que ocupa el puesto 14´ en la región, de acuerdo al informe.

Si bien los estudios sobre actividad emprendedora indican que la mayor parte de los emprendedores surgen de los sectores medios de la sociedad, una buena educación no es suficiente para generar empresas de alto crecimiento. Hace falta promover la educación emprendedora desde la enseñanza media e inicial, opinó Kantis.

En tanto, la existencia de grandes empresas que generan una cadena de valor, resulta crucial para impulsar emprendimientos innovadores. Cada vez más compañías desarrollan programas de asistencia, financiamiento y capacitación para sus proveedores, y un número creciente de ellas (Grupo Telefónica, Coca Cola, Quilmes, Grupo Sancor, Loreal, entre otras) han generado sus propias incubadoras y aceleradoras de empresas.

La falta de inversión de riesgo en las etapas iniciales es común en la región, pero los países que lideran el ránking, como Chile y Brasil, tienen instrumentos específicos de capital semilla,y una diversidad de instrumentos para etapas posteriores, destacó Kantis.

Los inversores suelen concentrarse en algunos sectores y emprendimientos que prometen mayores retornos. E incluyen en su agenda, como estrategia de salida, la venta de la nueva empresa, algo que no todos los emprendedores desean. Ni todas las nuevas empresas dinámicas resultan atractivas para los inversores ni todos los emprendedores dinámicos buscan o precisan capital emprendedor todo el tiempo. El capital social, esto es, la posibilidad de tejer redes de contactos tiene cada vez mayor importancia y muchas veces permite conseguir capital de trabajo sin ceder acciones, destacó el especialista.

Entre los avances registrados desde 2012, cuando comenzó a implementarse el índice, el informe de Prodem destaca como positivos: la implementación de programas de apoyo al emprendedorismo y una valorización cada vez mayor de los emprendimientos dinámicos como creadores de valor y empleos de calidad. "En la Argentina, cada año se crean unas 50.000 empresas, de las cuales un 5% son muy dinámicas y explican la mitad de los empleos que se generan. Por eso hay que prestarles atención", concluyó Kantis.

 

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