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La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, alerta que alterar comprimidos, pastillas u otras formas farmacéuticas orales sólidas puede reducir su eficacia y generar efectos adversos, tanto en los pacientes como en quienes los manipulan.

El riesgo es mayor en medicamentos con liberación modificada -como los de liberación retardada, gastrorresistentes o de liberación prolongada-, en comprimidos que van debajo de la lengua, que no deben tragarse, y en fármacos con margen terapéutico estrecho. Por ello, la recomendación general es no manipular los medicamentos.

Manipulación de medicamentos
Manipulación de medicamentos

Aun así, hay situaciones excepcionales en las que puede ser necesario partir, triturar o disolver comprimidos, abrir cápsulas o mezclarlos con alimentos o espesantes para facilitar su administración. Sin embargo, no todos toleran estas prácticas, por lo que siempre se debe revisar el prospecto antes de hacerlo.

¿Cómo saber si puedo partir una pastilla?

Entre los contextos en los que esta necesidad puede surgir, la AEMPS menciona:

  • Problemas de deglución, frecuentes en pacientes mayores o institucionalizados
  • Uso de sondas enterales
  • Administración pediátrica
  • Ajustes específicos de dosis

¿Qué pasa si muelo un medicamento?

La Agencia señala que alterar un fármaco puede provocar:

  • Pérdida de eficacia, ya sea por degradación del principio activo o por cambios en la velocidad y lugar de absorción
  • Variaciones en la biodisponibilidad
  • Cambios organolépticos (sabor, olor, color)
  • Irritación o daño en la mucosa oral, esófago o estómago
  • Exposición accidental del cuidador, con posibles efectos en piel, ojos o mucosas

Consejos antes de manipular un medicamento

Antes de modificar la forma farmacéutica, la AEMPS aconseja:

  1. Consultar la ficha técnica o el prospecto, donde puede indicarse si es posible partir, triturar o abrir el medicamento.
  2. Buscar formas alternativas si las anteriores no están permitidas: soluciones, suspensiones, gotas orales, entre otros.
  3. Si no existe una forma adecuada, pedir orientación a un profesional sanitario o al servicio de farmacia para evaluar si la manipulación es segura y cómo debe hacerse.
  4. En algunos casos, especialmente en pediatría, podría recurrirse a formulaciones magistrales adaptadas.

Ante cualquier duda o problema de salud, se sugiere consultar al médico de confianza. Es importante acudir a un profesional para no tener grandes problemas.