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Es común creer que el desahogarse ante una situación desagradable y que produce enojo, gritando, peleando o discutiendo, es una manera de hacer catarsis y; por lo tanto, de enfrentarse al problema en cuestión.

Pero según los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, la evidencia científica disponible (unos 154 estudios sobre el tema) en realidad muestran una escasa evidencia de que el desahogo sea efectivo. Es más, los datos muestran que incluso podría aumentar los problemas con la ira.

Enojarse y discutir es perjudicial para la salud

Brad Bushman, autor principal del estudio, afirma que los datos científicos muestran que desahogarse no es la solución ante un enojo y que la llamada "teoría de la catarsis" es en realidad un mito.

Vale aclarar que esto no significa que el enojo no sea necesario para mantener la salud mental. Pero debe servir para reflexionar y entender las razones detrás de la ira y abordar los problemas subyacentes, como también hacer más sencilla la validación emocional.

También está muy difundido que se puede trabajar la ira con ejercicio físico, pero este enfoque tampoco mejora necesariamente el estado de ánimo. La clave para controlar la ira es reducir la excitación fisiológica.

Esto puede provenir tanto de la ira misma como de la actividad física que la persona realice. Cabe recordar que los datos surgen de investigar a más de 10.189 participantes de distinta edad, sexo y clase social por lo que se trata de una generalidad que aplica una gran cantidad de casos.

¿Cuál es el mejor método para reducir el enojo según la ciencia?

La investigación demuestra que las actividades que, por el contrario, reducen los biomarcadores de la ira (en vez de potenciarlos, como con la catarsis) son efectivos para reducir el enojo. Por lo tanto, actividades que ayuden a la relajación mental como el yoga, la atención plena, la relajación muscular y la respiración diafragmática ayudan a controlar la ira. En lugar de buscar desahogar la ira, los investigadores sugieren neutralizarla reduciendo su intensidad.

Por lo tanto, las actividades que aumentan la excitación no logran reducir la ira, y algunas como el ejercicio físico intenso, incluso acaban por aumentar los niveles de estrés y enojo. Aunque se requiere más investigación para esclarecer estos hallazgos, los datos científicos por el momento apuntan a que las técnicas para calmar la mente, como tomarse un tiempo de espera o contar hasta 10, son una alternativa efectiva a la catarsis.