

Existen muchas opciones para mejorar la performance del proceso para bajar de peso de manera saludable, sin muchas restricciones y teniendo como premisa el balance entre calidad de sueño, alimentación y comida saludable.
En el mundo de las infusiones hay tantos tés como hierbas en existente en la naturaleza potables para el ser humano; sin embargo, la ciencia respalda los beneficios que tienen sobre la salud humana dos alimentos con mucho poder para bajar de peso y mejorar la salud debido a sus propiedades termogénicas.

Hablamos del match entre el jengibre y la cúrcuma, juntos son un poderoso alimento que ayuda a adelgazar mientras oxida las grasas, baja la inflamación y regula el bienestar digestivo.
El por qué la cúrcuma ayuda en el proceso de bajar de peso
Según el sitio web Mejor con Salud, la curcumina presente en la cúrcuma inhibe la división celular de las células grasas, previniendo la formación de nuevos tejidos grasos y el aumento de peso, según un estudio de la Universidad Shiraz, en Irán.
Cabe destacar que la Universidad de Beijing, en China, sugiere que la curcumina ayuda a prevenir la resistencia a la insulina y regula los niveles de glucosa, evitando el almacenamiento de grasa.

Los polifenoles en la cúrcuma, señalados por la Universidad Complutense de Madrid, convierten la raíz en un alimento antioxidante.
Su destacado efecto antiinflamatorio también puede contribuir a abordar la inflamación crónica asociada con la obesidad.
El por qué del jengibre para adelgazar
El jengibre, en sus diversas presentaciones, puede ser un aliado efectivo para la pérdida de peso.
Estudios indican que su consumo contribuye a reducir el peso corporal, el índice de cintura-cadera y los niveles de glucosa.
El jengibre aumenta la serotonina, controlando el apetito y favoreciendo la ingesta moderada. Además, los componentes gingerol y shogaol aceleran el metabolismo, promoviendo la quema de grasas y la utilización de energía propia.

Su capacidad antioxidante, señalada por la Universidad Autónoma Metropolitana de México, beneficia la salud cardiovascular y mitiga riesgos asociados a la obesidad.
Receta de té de cúrcuma y jengibre
Una receta fácil de preparar, nutritiva, deliciosa y con múltiples beneficios para la salud en general.
Ingredientes para el té dorado:
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo
- 1 cucharadita de jengibre fresco rallado (o ½ cucharadita de jengibre en polvo)
- 1 rodaja de limón (opcional)
- 1 cucharadita de miel o edulcorante al gusto (opcional)
- 2 tazas de agua
Preparación fácil y rápida del té de cúrcuma y jengibre
- Hierve las 2 tazas de agua en una olla.
- Agrega la cúrcuma y el jengibre fresco rallado (o en polvo) al agua hirviendo.
- Reduce el fuego y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 10 minutos para permitir que los sabores se mezclen.
- Cuela el té en una taza.
- Agrega una rodaja de limón y endulza con miel o edulcorante si lo deseas.
Razones para tomar el té de cúrcuma y jengibre en la mañana
Se recomienda consumir esta infusión en la mañana y no en la noche debido a su alto contenido de cortisol y otras sustancias que activan el cuerpo.
Estimula la energía: La cúrcuma y el jengibre tienen propiedades estimulantes que pueden ayudar a aumentar la energía. Tomar este té por la mañana puede proporcionar un impulso de vitalidad para empezar el día.
Propiedades antiinflamatorias: Ambos ingredientes tienen propiedades antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para reducir la inflamación en el cuerpo. Tomar el té en la mañana puede ayudar a combatir la inflamación acumulada durante la noche.
Mejora la digestión: La cúrcuma y el jengibre son conocidos por sus propiedades digestivas. Tomar el té por la mañana puede ayudar a estimular el sistema digestivo y preparar el cuerpo para el día.
Evitar posibles insomnios: Algunas personas son sensibles a la cúrcuma y el jengibre, y en algunos casos, puede estimular el sistema nervioso. Por esta razón, se recomienda evitar tomarlo justo antes de dormir para evitar posibles dificultades para conciliar el sueño.

Recuerda que es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporar grandes cantidades de ingredientes nuevos a tu dieta, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.















